21 de diciembre de 2015 | Daniel Solano Sújar
Su color, blanco y azul
La vida cotidiana de nuestros pueblos nos hacen muy ricos en solidaridad, las comunicaciones entre las personas y vecinos siempre son un punto muy importante en las relaciones y eso conlleva a potenciar las amistades que surgen debido a estas situaciones, si uno mira para atrás, recuerda aquél chaval que de pequeño jugaba contigo a los juegos populares de niños y que a pesar de la emigración que sufrimos la mayoría en nuestra mente siempre está ese recuerdo bonito de niñez y ese niño nunca deja de serlo a través del comentado recuerdo.
Bueno pues siguiendo en esta línea, quiero acercar a uno de aquellos niños que ya de pequeñín le gustaba jugar mucho al fútbol, apenas diez añitos y ya corría detrás de la pelota con mucho carácter, jugaba con sus gafas y le encantaba jugar en aquellos partidos del campo de la estrella junto a su domicilio de las casas nuevas, siempre que los más mayores jugaban, él se acercaba y los veía en directo y cuando tenía la oportunidad jugaba junto a ellos, ya desde esa edad temprana se le notaba que el fútbol era su pasión, siguió esos pasos y con apenas trece años ya jugaba con el equipo representativo del Recre en aquellos años de la década de los sesenta y muchos, el Recreativo Belmezano lo dirigía en esos días otro gran hombre del fútbol local y que de verdad trabajó lo suyo porque en nuestro pueblo hubiera partidos de fútbol y trofeos de feria que organizaba constantemente, Manuel Beltrán Benavente, con él ya empezó a jugar ese niño de las casas nuevas llamado Rafael Rivera Rodríguez.
Durante esos años de preparación para formarse como jugador y muy vigilado por el hombre más importante que supervisó a los niños que destacaban en Belmez, Juan Cortés, lo ingreso en el Recre, ya había equipos de alrededor que se habían fijado en él y en algunos muy cercano llegó a firmar, pero al final recayó en el equipo de su pueblo y jugó de nuevo federado, de la mano de un hombre que se entregó en cuerpo y alma por inscribir por segunda vez al Recreativo, en la Federación Cordobesa de fútbol en la ciudad de Córdoba, organismo que ya funcionaba con toda plenitud en Córdoba, anteriormente en el año 1952 se inscribió en la ciudad de Sevilla que era donde tenía la sede la Federación Andaluza de Fútbol.
Año 1974, de nuevo la ilusión y el trabajo muy bien hecho por toda la directiva dirigida por su Presidente Adelardo Montero Ríos, son dignos de mencionar, aquella operación papel, aquella finales de la copa de Córdoba, cuantos autobuses salieron del pueblo para ver esa final, y como colofón, aquél partido memorable y nunca olvidado, cuando nos visitó el Pozoblanco imbatido y en el Juan Cortés, mordió el polvo en un partido memorable de todos, el campo a rebosar y la afición disfrutando del juego de estos muchachos que se doctoraron en aquél inolvidable partido, fueron muchos entrenamientos y muchos años dedicado a defender con mucho orgullo esos colores que este buen belmezano defendía con una pasión increíble, Rafa Rivera, una vez acabada sus estudios en las escuela de minas, empieza su vida laboral, y él se hacia muchísimos kilómetros para jugar el partido donde su equipo jugaba, ese amor a esos colores son imposible de determinar ese grado de pasión por la defensa del equipo de su pueblo, jugó muchos años, y él compartió momentos de gloria y amistad con otros grandes jugadores que a mí me gustó llamarles jugadores buques insignias de lo que era el ponerse esa vieja camiseta del Recreativo, jugadores, todos ellos dignificaron el honor de vestir esa camiseta, jugadores de la talla del Chirri, Camilo, Alfredo, Paco Peñas, Evaristo, Juan Epi, Gabi, Biri, Alejandro, Rafa Leal, Manolito, Alemán, Capilla, Alcalde, Torres, Parrilla, Caballero, Jarilla, Haba, Montoro, Enrique Balsera, Dani, Antonio Cobos, Pirri, Bernardino, Vagoneta Nuñez, Paco, Rojo, Miguel, Mestre, Angelin. Alonso, Pedro Leal, Jacinto, Pepe Porras, Aranda, Luis Muñoz, Rafa Muñoz, Carmona, Eusebio, Cortés, Ramón Lechado, Patricio, Pedro Luque, y bueno muchos más que a veces la memoria se nos quedan pero están dentro de ese gran núcleo de jugadores que estuvieron junto a Rivera en esos dorados años para todos.
Rafael Rivera Rodríguez, siempre fue una persona muy entregada, quizá demasiado entregada, y digo esto porque a veces uno se lleva muchas decepciones y él se las ha llevado, una persona que siempre intentó y ayudó a muchos otros belmezanos en la busca de un trabajo laboral y le dio a tener un sustento en momento difíciles para ellos, Rivera, una persona que dignifico por su trabajo y sus ideales políticos al partido que el siempre ha defendido, como he dicho mucha entrega, mucha y muchos esfuerzos en esa constante entrega, de verdad una persona que continuamente está al lado de las personas que lo necesiten, hoy en la actualidad es profesor de la politécnica y la verdad es una persona muy responsable con su docencia y muy bien valorado en su enseñanza por su alumnos, una persona que dignifica la palabra de belmezano.
Tendríamos muchos folios para enumerar el servicio que siempre le hizo a su pueblo altruistamente, tiene su libro editado llamado Belmez, premio de la Diputación de Córdoba, donde recoge la vida, la minería y la flora y fauna de nuestro pueblo, es un hombre muy meticuloso y tiene un historial de Belmez, con datos realmente admirable, y bueno que decir de ese sentimiento hacia sus colores preferidos, ese blanco y azul que él sueña a diario con su Recre, RAFAEL RIVERA RODRIGUEZ ES RECRE….y un gran amigo. Gracias por ser como eres.