La vida te depara momentos que uno nunca deja de recordarlos, vivencias, ilusiones, trabajo, compañeros, amigos y familia, todo esto unido es un acicate mas para nunca perder a pesar de la dura distancia nuestra referencia y en este caso que me ocupa, está mas que demostrado ese sentimiento hacia esa tierra que lo vio nacer, hacia ese entorno y hacia esas calles blancas que él tanto recuerda a diario y comenta con sus convecinos, ahora en esta ciudad de Madrid, pero anteriormente lo hizo en Andújar, Sevilla, Ciudad Rodrigo, donde por motivos de trabajo, dulce trabajo, ya que ahora es complicado hablar de esa necesidad perentoria que toda persona se merece, los tiempos están muy difíciles por culpa de algunos poderes financieros que nos han llevado a todos a vivir de cerca esta lacra.
Decía que este belmezano, Manuel Ramírez Caballero, siempre dejó esa impronta en las relaciones con los demás, de cómo se debe de querer a nuestras raíces, lo hizo y lo sigue haciendo a pesar de su avanzada edad, octogenario bastante avanzado, pero con una lucidez increíblemente sensacional, ayer lo pude comprobar de nuevo, cuando acudí a sus llamada para tomarnos ese café semanal en ese barrio donde es muy conocido por su gran labor solidaria con asociaciones y O.N.G., la barriada de Aluche, Manuel Ramírez, trabajó mucho en la Gran Familia Belmezana de Madrid, pero nunca

podemos obviar cuando él junto a su hermano Francisco, eran directivos de esta familia belmezana y con unas gestiones importantes consiguieron esfuerzos económicos para poder darle vida a esa Residencia de Ancianos nuestra Señora de los Remedios de Belmez, importantísima gestión nunca olvidada por todos los vecinos de ese pueblo.
Manuel Ramírez, es un gran aficionado a los toros desde hace muchos años, hizo su pinitos en un festival en Belmez, en beneficio del Recreativo Belmezano y del Peñarroya C.F., su abono en la feria de San Isidro de Madrid, es latente año tras año, él es muy conocedor de este mundo taurino, han sido muchos años siguiendo a sus grandes amigos, Santiago Martín el Viti y al malogrado Julio Robles, con quien mantuvo una amistad muy cercana en sus tiempos de trabajo de la Junta de Energía Nuclear, como Técnico de prospecciones y sondeos, en toda esa provincia de Salamanca.
Manuel Ramírez, siempre fue un hombre muy comprometido y muy eficaz en su participación en cualquier evento, fue fundador junto a otros de aquella directiva de los años 1952, cuando el Recreativo Belmezano, se inscribe en la Real Federación de Fútbol en Sevilla, también fue portero del Recreativo en algún partido y fue muy conocido según nos comentaba el malogrado Luis Jaraba Pardo, con el nombre de EDERRA, un portero vasco de aquella época.

Amigo Agustín Navarro, el enorme trabajo de esa dirección de este periódico digital, en plasmar nuestras vivencias de nuestros pueblos y sus personajes afines a la zona del Guadiato, es muy gratificante, personas con la calidad humana en este caso del paisano y amigo Manolo, nos hace muy felices, el poder redactar algo de sus vidas, son ya muchos años y siempre con la mirada ya turbia por los años vividos, pero con un fondo de color que brillan cuando en los tímpanos se le acerca esas voces y pronuncian Belmez, esa sensación le cambia la cara y sus ojos vuelven a brillar como nunca.
Nunca dejaré de agradecerle a todas estas personas que fueron muy importantes en la vida de muchos mas jóvenes, pero ya adelantados, que ellos nos enseñaron a nunca dejar de querer este espacio nuestro, ese bello lugar que todo belmezano, presente y ausente sentimos, ellos con su retazos de esa vida belmezana a pesar como he dicho de los años vividos fuera, siempre sintieron ese entorno muy cerquita y lo plasmaron cuando estuvieron en organizaciones derivadas del sentimiento hacia su pueblo Belmez…Belmez se escuchó siempre en esta ciudad de Madrid, y lo seguirá haciendo de por vida…Gracias Manolo por ser como eres.

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