Cuando tienes la maravillosa oportunidad de encontrarte con personas que poseen altos valores de afecto y cariño, en esos encuentros se percibe ese profundo sentimiento hacia el lugar donde nacieron. Siempre te destacas por tu amabilidad y educación hacia todos, lo cual habla mucho de tu calidad humana. Hoy quiero agradecerte desde lo más profundo de mi corazón ese gesto que siempre tienes hacia tus paisanos, amigos y familiares. Maruja Daza Romero, esposa y madre, una mujer entrañable, ha demostrado siempre su sensibilidad y gran carácter. Es una persona íntegra con profundos sentimientos arraigados hacia todas las personas que han tenido la suerte de conocerte y tratar contigo. Cuando te comprometes en la tarea de dar lo mejor a tus hijos, cuando eres una parte importante en la vida social y familiar, cuando desde tu posición siempre brindas palabras de aliento a aquellos que por diferentes motivos necesitan apoyo moral para continuar en la dura lucha de la supervivencia, y cuando siempre estás dispuesta a ayudar a aquellos que te necesiten, eso es un don que Dios te ha regalado y que tú, Maruja, siempre compartes con las personas necesitadas de tu ayuda moral. Como belmezana, me siento muy orgulloso de tu ejemplar comportamiento hacia tus amigos y familiares. Tú, junto con tu esposo Enrique Santiago, han sido personas que siempre han dejado una huella de calidad humana en todos los aspectos de sus vidas. Esa sensibilidad, ese saber estar y ese sentimiento que nace en lo más profundo de ti es apreciado por todos tus paisanos y amigos. Te agradecemos de corazón todo el cariño que siempre nos regalas a través de esa sonrisa, y esta flor llena de afecto hacia ti representa el agradecimiento de todos los belmezanos por tu magnífico comportamiento hacia los tuyos. Gracias, Maruja Daza Romero, Belmez siempre te recordará con cariño. ¡Gracias de corazón!

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