Hay personas que nunca nos deben de dejar, personas que con su talante, amabilidad, compromiso y entrega, han hecho posible muchos sueños de muchos jóvenes, que les gustaba este deporte del fútbol, ahí desde ese viejo y siempre entrañable Virgen de Luna y posterior desde el nuevo, la figura perenne de este pozoalbense, generador de ilusiones, trabajador incansable en pro de esos colores, que él tanto lucho y disfruto, conoció y sigue conociendo pese a su elevada edad y con los problemas de salud, ya debido a la edad, este ferroviario, de ese mundo de esa FEVE, donde dejó una huella imborrable, un compañero y un amigo de todos, ese fue siempre su mensaje, en esos días de labranza laboral, MANUEL GARCIA CANO, una persona irrepetible, un hombre integro y una persona muy querida en todo el entorno del fútbol de ese valle de los pedroches, del valle del Guadiato y de toda la provincia de Córdoba, amante y luchador por su pueblo, y desde este periódico digital infoguadiato.com, siempre atento a todas estas personas que en su vida cotidiana, han estado ahí, trabajando y trabajando por nuestros pueblos y ellos son muy dignos de este reconocimiento mas que merecido.
Toda un vida entregada a unos colores, nonagenario, luchador incansable, el amor a su pueblo y a su fútbol, ha sido la norma diaria de esta persona, tuve la gran suerte de tenerlo como directivo, en mi etapa de exjugador de ese maravilloso club y la verdad que en mi corazón, MANOLO, quedó para siempre, atento, cariñoso con todos y siempre dispuesto ayudar y ayudar y todo esto altruistamente, sinceramente pienso que en el fútbol de esa comarca y en ese pueblo, Manolo se merece el mayor reconocimiento, sé que se le han hecho algunos, pero él sigue y sigue ahí, pendiente domingo tras domingo, de los resultados de su CD. Pozoblanco, baja esos domingos a verlo en directo y ahí disfruta y mucho viendo a todos esos jugadores y aquellos que pasan por ahí y el saludo es inminente, Manolo dejó una huella imborrable para todos aquellos en distintas etapas y años pasaron a engrosar esas lista de jugadores que disfrutaron vistiendo esa digna camiseta del gallo encima del pozo.

Sinceramente no hay palabras para discernir todo lo que este hombre ha hecho por su pueblo a través de su trabajo laboral y de su afición a este bello deporte del fútbol, cuanto trabajo, y cuanto saber estar, humilde, y con una calidad humana increíble, de verdad no tengo palabras, para expresar mi sentimiento y cariño a esta bella persona que tanto nos dio a todos y durante tantos años y aún lo sigue haciendo con esos jóvenes de hoy, que suerte tuvimos los de nuestra generación, esos jugadores que hicimos familia y aún después de cincuenta años, nos seguimos juntando y entre nuestras conversaciones siempre está latente la figura de Manolo García Cano.
Don Manuel, es algo en ese sentimiento de respeto y admiración por él y le damos las gracias a Dios, por haber tenido la suerte de poder tenerlo con nosotros siempre.
Tus amigos Manolo y tus jugadores, te siguen queriendo, y tu excelente libro lo leemos a diario.

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