Hoy comienza el juicio al sacerdote de Villanueva de Duque, que fue trasladado por la Iglesia a Espiel tras la supuesta comisión de un delito continuado de abusos sexuales a una niña de 10 años y que era monaguilla en su parroquia. La Fiscalía Provincial ha solicitado una pena de 6 años de prisión y 10 años de orden de alejamiento para el sacerdote, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
Los padres de la menor denunciaron los hechos a la Guardia Civil en abril de 2015 ante la Guardia Civil. Según recoge la calificación inicial del Ministerio Público, el sacerdote adquirió "una buena relación" con la familia como consecuencia del ejercicio de su ministerio en distintas parroquias de la zona, "llegando en alguna ocasión a comer en casa de los mismos y pasar cierto tiempo en su compañía y de las hijas menores de la familia".

Hoy comienza el juicio al sacerdote de Villanueva de Duque, que fue trasladado por la Iglesia a Espiel tras la supuesta comisión de un delito continuado de abusos sexuales a una niña de 10 años y que era monaguilla en su parroquia. La Fiscalía Provincial ha solicitado una pena de 6 años de prisión y 10 años de orden de alejamiento para el sacerdote, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
Los padres de la menor denunciaron los hechos a la Guardia Civil en abril de 2015 ante la Guardia Civil. Según recoge la calificación inicial del Ministerio Público, el sacerdote adquirió "una buena relación" con la familia como consecuencia del ejercicio de su ministerio en distintas parroquias de la zona, "llegando en alguna ocasión a comer en casa de los mismos y pasar cierto tiempo en su compañía y de las hijas menores de la familia".
Debido a esa "buena relación", una de las hijas de la familia comenzó a ayudarlo como monaguilla y "en ocasiones la menor se quedaba a solas con el acusado en la sacristía de las respectivas parroquias, llegando incluso a acompañarlo en alguna ocasión en el vehículo particular", según relata el fiscal.

De enero de 2015 hasta el día 24 de abril de 2015, supuestamente aprovechando la relación de superioridad que tenía sobre la menor, "no solo por la edad, sino también por la estrecha relación que tenía con sus padres y sobre todo del hecho de ser también sacerdote al que ayudaba como monaguilla", se produjeron diversas situaciones en las que el procesado presuntamente le realizaba tocamientos, "con intención de satisfacer sus deseos sexuales".
Tras prestar declaración en la instrucción del caso y defender su "total inocencia" en estos hechos, la juez de Pozoblanco acordó su puesta en libertad con cargos, pero imponiéndole una orden de alejamiento de la iglesia de San Mateo de Villanueva del Duque.
Por su parte, la defensa del cura ha pedido su absolución, dado que, según su calificación, niega los hechos relatados por el Ministerio Público al considerar que su representado "no ha cometido el delito del que es acusado, ni ningún otro".
Mientras, el Obispado de Córdoba ha ofrecido su "plena colaboración a la justicia", a pesar de que no lo apartó del ejercicio apelando a la presunción de inocencia. Además de destacar su "tolerancia cero" con este tipo de abusos en un comunicado.
Pasado terrorista
El ahora cura formaba parte del grupo ultraderechista 'Milicia Catalana', que estaba compuesto por cinco personas y cuya desarticulación se produjo tras el fallido atentado contra el gobernador civil de Barcelona y tras enviar una bomba casera contra una clínica en la que, aseguraban, que se practicaban abortos.
Con 21 años fue condenado a una pena de 6 años de cárcel. Dos décadas después se ordenó sacerdote y fue destinado en septiembre de 2012 a Villanueva del Duque, municipio de Los Pedroches, en cuya parroquia y en la de los municipios de Villaralto y Fuente la Lancha impartía catequesis y ofrecía misa.

Fuente: http://cadenaser.com

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