Entre las muchas cosas pendiente de realizar, hay dos que son como esas asignaturas que arrastras a lo lardo de toda la carrera, que vas dejando a un lado y que al final casi te olvidas de ellas. Dos asignaturas pendientes, no de terminar la carrera, pero sí con vistas a la modernidad que queremos para nuestro pueblo. Una es la señalización integral de las diferentes direcciones que podemos coger desde el centro de ambos distritos (Peñarroya y Pueblonuevo) hacia Belmez y Córdoba, Fuente Obejuna y Badajoz, Villanueva del Duque (dirección Ciudad Real) y las diferentes poblaciones cercanas a nosotros, como Hinojosa del Duque o El Hoyo de Belmez. Y la otra, son los cables de teléfono y electricidad que cubren nuestras fachadas y atraviesan nuestras esquinas sin consideración, ni miramiento alguno.
En cuanto a la señalización, al día de hoy, cualquier persona que se encuentre en la Plaza Jardín (Peñarroya), Plaza Santa Bárbara (Pueblonuevo) o el Hospital “Valle del Guadiato”, por poner unos ejemplos y no sepa absolutamente nada de por donde circular para dirigirse a una u otra salida, debe preguntar sin más remedio porque la señalización en esos puntos hacia los lugares mencionados, es totalmente nula. A la contra, ocurre más de lo mismo a excepción del hospital que está algo más señalizado. En Pueblonuevo hay una serie de calles con salida a las conocidas como Ronda Norte y Ronda Sur, que no cuentan con señal alguna que diga que a la izquierda se va para un sitio y la derecha para otro. Nada de nada.
En Peñarroya mas de lo mismo, sobre todo en la rotonda del “Punto” y como he mencionado antes, en la Plaza Jardín en todas sus direcciones. Cierto es, que en cuanto se consigue llegar a las rotondas exteriores de cualquiera de las direcciones mencionadas, la señalización existente salva un poco la sensación de pérdida que cada unos de los conductores sentimos cuando no sabemos hacia donde tenemos que ir en cada cruce o rotonda.
Y respecto a la segunda asignatura pendiente, simplemente mencionar lo que piensa cualquier forastero que venga a visitarnos por primera vez, como los que llegaron el mes pasado a las Jornadas sobre el Patrimonio Minero e Industrial en la Localidad, quedaron un poco sorprendidos de la cantidad de cables que atraviesan nuestras calles, sobre todo en los lugares que no deberíamos ver ninguno, como es la zona francesa de jardines, la zona de “La Farola” y alrededores o cualquier plaza o calle, como la esquina de la calle Olózaga con Puente, por ejemplo, cuyo mazacote de cables que la atraviesa, impide que los pasos de Semana Santa, pasen con normalidad por debajo de ellos y algunos incluso tuvieron que dejar de pasar por la Parroquia San Miguel por su culpa.
Sea como fuere, ir corrigiendo estas anomalías urbanísticas nos dan caché y es importante para seguir alimentando la idea que podemos ser un pueblo moderno lleno de vitalidad.