31 de marzo de 2010 | Infoguadiato
Salud inspecciona más de 12.000 establecimientos cordobeses para garantizar una alimentación segura y un medio ambiente saludable
ASIMISMO, LOS INSPECTORES DE LA PROVINCIA INTERVINIERON DURANTE EL AÑO PASADO EN 22 BROTES DE ORIGEN ALIMENTARIO, EN 25 ALERTAS ALIMENTARIAS Y EN 76 DENUNCIAS
Los inspectores intervinieron durante el año pasado en 22 brotes, en 25 alertas y en 76 denuncias, que han supuesto la inmovilización cautelar de algunos productos para evitar su distribución en el mercado
La Consejería de Salud ha realizado en la provincia de Córdoba durante el 2009 más de 12.000 inspecciones en establecimientos para garantizar una alimentación segura y un medio ambiente saludable. Así, durante el pasado año se han realizado un total de 6.897 visitas de control en establecimientos minoristas de alimentación y restauración, y un total de 5.357 visitas de control en industrias alimentarias.
La inspección sanitaria oficial de establecimientos alimentarios de la provincia de Córdoba está adscrita a las Unidades de Protección de la Salud, formada por veterinarios y farmacéuticos del Cuerpo Superior de Instituciones Sanitarias que participan en actividades y programas incluidos en su cartera de servicios, que están encaminadas a garantizar una alimentación segura para la población y un medio ambiente saludable.
Esta actividad ha supuesto el trámite de 651 expedientes de Registro General Sanitario de Alimentos, para industrias alimentarias que necesitan este tipo de autorización para su funcionamiento, de las que 140 fueron inscripciones iniciales de nuevas industrias.
Asimismo, los inspectores de la provincia intervinieron durante el año pasado en 22 brotes de origen alimentario, en 25 alertas alimentarias y en 76 denuncias, que han supuesto la inmovilización cautelar de algunos productos para evitar su distribución en el mercado. A esta actividad hay que añadir que los profesionales de Córdoba han tomado 800 muestras en diferentes alimentos para investigar la posible presencia de peligros biológicos, químicos y residuos en los mismos, tales como la salmonella, listeria, plaguicidas, medicamentos o sustancias hormonales, así como sustancias no indicadas en el etiquetado, como son alérgenos y gluten.