La Asamblea Andaluza por la Memoria Histórica considera una burla a las víctimas del franquismo y una provocación al movimiento memorialista que la Junta entregue la medalla de honor de Andalucía a Felipe VI, pues representa a la decadente monarquía borbónica, heredera del régimen franquista.

La Asamblea Andaluza por la Memoria Histórica ante la entrega de la Medalla de Honor de Andalucía a Felipe VI

Todos recordamos el acto infame del 23 de julio de 1969, en el Congreso de los Diputados, cuando el dictador Franco nombró como sucesor a Juan Carlos I, padre del actual monarca. Y 45 años después, el 19 de junio de 2014, se vio obligado a abdicar a causa de la corrupción.

Es además inadmisible que Felipe VI reciba este galardón el 14 de junio, Día de la Memoria Histórica en Andalucía, cuando nunca ha manifestado su apoyo al movimiento memorialista.

Al contrario, en sus discursos ha rechazado la recuperación de la memoria histórica: «Son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas».

Es decir, nunca se ha comprometido con la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas del franquismo, que fueron asesinadas por defender la legalidad democrática de la República. Precisamente, Felipe VI representa todo lo contrario: la institución monárquica, que está basada en la herencia sanguínea y, por tanto, es antidemocrática.

Para la Asamblea Andaluza por la Memoria Histórica, la única salida es que Felipe VI se someta al veredicto de las urnas, mediante la convocatoria de un referéndum, para que la ciudadanía pueda elegir libremente entre Monarquía o República.