9 de agosto de 2012 | Francisco J. Cabezas
Los Sueños a veces se hacen realidad
LA VISTA ERA ESPECTACULAR, SE DIVISABAN CAMPANARIOS, ESPADAÑAS, ROJIZOS TEJADOS Y CALLES EMPINADAS
¡Quién de nosotros no se ha despertado sobresaltado alguna vez, agitado por una terrible pesadilla, y al interrumpirse el sueño ha suspirado :“Uff, sólo se trataba de eso, de un mal sueño!.
A mí me sucedía todo lo contrario una mañana, gozaba de uno de los sueños más hermosos que jamás hubiera podido imaginar.
Las puertas de la Casa de Cardona que durante décadas habían permanecido herméticamente cerradas, se encontraban abiertas de par en par.
Un gran número de personas, entre ellos políticos, militares, sacerdotes, representantes de asociaciones y hermandades, taponaban la entrada principal del Palacete, deseosos de acceder a su interior, para así poder disfrutar de un edificio que se encontraba totalmente restaurado. El mármol de sus escaleras relucía más que nunca, y los girasoles que decoran el vestíbulo estaban más abiertos y coloridos que de costumbre.
Un sacerdote bendecía el edificio, y tras las explicaciones de un joven guía, los asistentes íbamos accediendo a las distintas estancias, mientras fragmentos de obras de Bach y Haendel entre otras, resonaban entre los muros del centenario palacio.
Cada sala era diferente, y lucía unas pinturas de estilo modernista completamente distintas unas de otras.
Accedíamos por una espectacular escalera al piso superior, donde descubríamos que se encontraba la Banda Juvenil Municipal que no dejaba de interpretar piezas clásicas, que nos envolvían aún más, y nos hacía sentir más emoción al contemplar cada moldura, cada balaustrada, cada pintura, magníficamente restauradas. Yo no lo podía creer.
Accedimos a la terraza superior, debía ser verano porque el color amarillo pajizo predominaba en el paisaje, y el sol se hacía notar más que de costumbre.
La vista era espectacular, se divisaban campanarios, espadañas, rojizos tejados y calles empinadas.
Continuamos nuestro recorrido, descendimos por la escalera a la primera planta, y accedimos por una puerta a un bellísimo Salón de Actos, de butacas rojas, y una bandada de faisanes que sobrevolaban sus paredes.
El Palacete era oficialmente inaugurado por la Alcaldesa de Fuente Obejuna, Isabel Cabezas, acompañada de María Isabel Baena, Delegada de la Junta en funciones y el Subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado.
¡Cuál fue mi sorpresa al descubrir que no se trataba de ningún sueño, estaba despierto y bien despierto. Mi sueño se había hecho realidad!.