4 de junio de 2012 | Francisco J. Cabezas
Para el teatro no hay edad
Durante el pasado fin de semana, primero del mes de Junio, se ha venido celebrando el taller y la muestra de “Teatro y Patrimonio”, organizado por el GDR del Valle del Alto Guadiato, dentro de un proyecto de cooperación nacional en el que han participado nueve comarcas de nuestro país.
Éste ha sido el broche de oro a un proyecto que se presentó en el municipio hace algunos años, y en el que la cordialidad, la amistad, la solidaridad, la diversión y el buen ambiente han sido las tónicas del mismo.
Para mí, ha sido una de las mejores experiencias vividas en los últimos años, compartiendo mañanas y tardes con un magnífico grupo de mujeres y jóvenes relacionados con el mundo del teatro, procedentes de distintos pueblos de la comarca.
Uno de los aspectos que resaltaría, y que a mí me ha gratificado enormemente, ha sido la participación en el mismo de personas de muy diferente edad, sin ningún tipo de perjuicio, miedo al ridículo, ni nada parecido.
Jóvenes de apenas 18 años han bailado, jugado, y compartido experiencias con personas de más de 74. Algo, que a mí, en los tiempos que corren, y en el que no se tiene siempre un buen concepto de la juventud, me parece extraordinario.
En el proyecto han participado todos en las muy diversa, divertidas e instructivas actividades realizadas durante los talleres, nadie se ha quedado excluido, a pesar de que las condiciones físicas de las participantes no son las mismas.
Este taller ha demostrado que el teatro no tiene fronteras, ni edad, ni color, ni sexo. El teatro es universal, y te da la oportunidad de reencarnarte en cualquier personaje y en hacer disfrutar y soñar al espectador.
Quiero terminar agradeciendo al Grupo de Desarrollo del Valle del Alto Guadiato, su apuesta por este tipo de proyectos, y a Ana, Santi, Óscar y Marcos su buen hacer, su maestría y amistad a lo largo de este precioso proyecto.