22 de octubre de 2011 | Francisco J. Cabezas
Acabando con nuestro pasado
EN MI QUERIDA FUENTE OBEJUNA ESTAMOS ACABANDO DESGRACIADAMENTE POCO A POCO CON ÉSTE NUESTRO PASADO
El origen de los cementerios civiles viene dado por una Real Orden de 2 de Abril de 1883. Anteriormente se enterraba a extramuros de las iglesias.
Así mismo existe una ruta turística llamada la Ruta Europea de los Cementerios, pues a lo largo y ancho de Europa se conservan panteones que son verdaderas obras de arte.
El cementerio de Fuente Obejuna podría haber sido uno de ellos si de un tiempo a esta parte no se hubiera acabado poco a poco con gran parte de las tumbas más antiguas de la villa, muchas de ellas del siglo XIX, con las tradicionales lápidas de pizarra muy características en aquella época.
La última desparecida es la tumba de D. Pedro Celestino Romero, primer propietario del Palacete Modernista conocido actualmente como Casa de Cárdona, por ser éste el último dueño del edificio, lápida ésta de D. Pedro Celestino que formaba parte junto a otras, de uno de los nichos más antiguos y originales de nuestro cementerio.
Esta valiosa tumba aparece fotografiada en el libro “Fuenteovejuna Fuenteovejuna” de D. Rafael de la Torre Naranjo, así como en uno de los paneles explicativos sobre los distintos tipos de enterramientos a lo largo de la historia que podemos observar en el Museo Histórico Local.
Sinceramente pienso que si el autor del libro hace un recorrido histórico y sentimental sobre su pueblo, apareciendo también una fotografía del púlpito de la Ermita de Jesús Nazareno, así como si fue escogida la fotografía de esta tumba a la hora de realizar aquellos paneles, es porque este rincón de nuestro cementerio era singularmente especial.
También es cierto que estos nichos estaban en muy mal estado y apuntalados, pero hay muchas formas de reconstruir, siguiendo las trazas de la tumba del XIX, no es tan complicado cuando se quieren hacer bien las cosas.
Los pueblos son lo que son aparte de por su presente, por su pasado. Y en mi querida Fuente Obejuna estamos acabando desgraciadamente poco a poco con éste nuestro pasado, el de las personas ilustres que habitaron en nuestra villa y dejaron su impronta, como en el caso de D. Pedro Celestino Romero, su magnífico Palacete.