Vivimos en el país del desgobierno, en la única nación del mundo donde se identifica su bandera con un partido político. En una España arruinada por políticos corruptos y banqueros que se disputan el puesto de ser presidentes y se venden a cualquier postor con tal de ocupar el sillón, ese sillón que debe ser bastante cómodo cuando nadie quiere abandonarlo.
Sillón desde el que ¿se dirigen los intereses públicos o personales, la prosperidad de un país o la del bolsillo del que lo ocupa?.
Señores esto sigue siendo la "España de charanga y pandereta", el hazmerreír de Europa donde el sueldo mínimo interprofesional apenas llega a los quinientos euros. Donde desahucian sin escrúpulos a quien no puede seguir pagando sus hipotecas echándolos de sus viviendas no importándoles ni la edad ni las condiciones de vida de los mismos, eso si antes no llegan a colgarse o tirarse de sus balcones antes de que tengan que abandonarlas, para que luego sean tomadas por ocupas mientras políticos y banqueros corruptos y ladrones coleccionan mansiones y tienen arcas repletas de dinero negro en cuentas de paraísos fiscales en el extranjero.
La España con la generación de jóvenes mejor preparada de la historia que tienen que abandonar su país para poder realizarse como personas...
El país donde la labor de los ayuntamientos no se ve porque todos quieren ser transparentes y donde más paredes se rompen porque son todas de cristal.
Donde se quiere cambiar el nombre a las Navidades por el de las "Fiestas del solsticio de Invierno" y a la Semana Santa por el de "Fiesta de la primera luna de primavera", dónde los Reyes Magos se han convertido en Reinas Magas y el Mago Merlín, donde la alcaldesa de la capital del Reino quiere poner a los niños a recoger colillas de las calles de Madrid y a las madres de los alumnos y alumnas a realizar las tareas de limpieza de colegios e institutos..
País de la UE con más pobreza infantil tan sólo superado por Rumanía y donde a pesar de eso vamos a cobrar 650 euros mensuales sin dar ni golpe.
País donde existen los bautizos y comuniones civiles y los Padrenuestros sexuales, donde hay que quitar los símbolos religiosos de sus camposantos y donde si quieres dar clases de religión tendrá que ser de la musulmana. Señores y lo que nos quedará por ver.
En fin "un país para reír". Una España del siglo XXI donde concejales del Ayuntamiento de Madrid exclamaron antes de ocupar estos puestos frases como "arderéis como en el 36" y que tiene mucho que aprender de gobiernos que nos llevan años de experiencia "en la democracia" como Venezuela o Bolivia.
Nunca me avergonzaría de ser español pero sí de los políticos que nos representan.