En la aldea, las precipitaciones dañaron calles y enseres de algunas viviendas
La alcaldesa de Belmez, Aurora Rubio (IU), ha señalado que ya se han tomado las primeras mediadas para evitar que la pedanía de El Entredicho se vuelva a inundar debido a las fuertes lluvias, como ocurrió el pasado mes de diciembre. La regidora manifestó que se ha reunido con responsables del Área de Carreteras de la Diputación, que le ha transmitido que ya está finalizado el proyecto para que las aguas d que caen del monte y del desnivel de la carretera provincial que pasa por la zona no vuelvan a inundar esta pedanía.
El proyecto se va a centrar en la colocación de unos tubos que permitan dar salida a las aguas. Rubio precisó que se ha llevado a cabo el acta de replanteo, paso previo a la ejecución de esta obra, que según indicó la regidora va a resolver el problema. En cuanto a las ayudas a los vecinos que han sufrido graves daños por las inundaciones, la alcaldesa belmezana ha apuntado que los afectados están haciendo un inventario de los desperfectos. Para sufragar las pérdidas, Rubio dijo que hay una orden de la Dirección General de Protección Civil que recoge ayudas por este tipo de daños, aunque precisó que la orden hace referencia a aquellas familias cuya casa afectada sea primera residencia, por lo que algunos de los vecinos de la aldea podrían quedarse fuera de las subvenciones.
Las intensas precipitaciones de las últimas semanas del mes de diciembre se cebaron especialmente con el núcleo de El Entredicho, en el término municipal de Belmez, donde los vecinos no pararon de sacar barro y lodo de sus viviendas durante varios días. El torrente de agua provocó que al menos siete familias de la aldea apenas pudieran entrar a su casas, aunque no tuvieron que ser realojadas porque en algunos casos pudieron dormir en sus casas y en otros son personas de otros municipios que tienen en El Entredicho su segunda residencia. En este núcleo de población del Valle del Guadiato están censados unos 40 vecinos, si bien la población supera el centenar en determinadas épocas. Entre las actuaciones de emergencia que se realizaron estuvo el ensanche del canal de conducción de agua existente en el núcleo. La población se ubica en una vaguada, a la que van a parar las aguas de los cerros cercanos. El agua alcanzó hasta los 50 centímetros de altura en las dos acometidas más fuertes del temporal, lo que provocó daños graves en el mobiliario y enseres de algunos de los afectados.
Como medida provisional, los operarios municipales levantaron un muro, de unos seis metros de longitud, en la zona por la que más agua entra de las escorrentías a la población, con la idea de desviar el recorrido y evitar que el barro llegue a las casas.