9 de noviembre de 2017 | Daniel Solano Sújar
El arraigo a su pueblo nunca olvidado
Esa pedanía que el tanto quiere, su Entredicho
A pesar de los muchos años ya emigrado, ahora con mas tiempo este chico de la calle Viriato, ahí en esa casa de sus padres, junto a la antigua escuela de minas,ante escuela pública y mas tarde Consultorio médico, recorría esa suya plaza del santo, jugaba a los focos, saltaba a esa copa, que tantos niños hemos jugado durante tantos años, ahí cerquita del cuartel de la guardia civil, que tiempos del cabo Payá, y Santiago el Brigada de los municipales, tiempos de amigos, juergas, ratos de ilusión compartidas, esos baños en el chorrero, y después en la piscina de Canalejo, esas escuelas de nuestro grupo escolar y esos churros en ese sitio de las casas nuevas, donde la Luisa los hacia de muerte, ahí junto al pilón del agua, cuantos viajes hacia Eduardo para sus casas.
Hoy quiero escribir unas líneas llenas de cariño y respeto a un belmezano que nunca perdió su acento, un hombre que merece mucho la pena conocerlo, EDUARDO FERNÀNDEZ, uno mas de todos esos chavales de aquella época y que dejó entre sus amigos ese especial recuerdo y aún cuando se ven lo recuerdan y lo disfrutan como nadie.
El fútbol lo vivió de cerca, su familia toda futbolistica, su tio Germán, Narciso, José, todos ellos se pusieron esa bonita camiseta del Recre,y por otra parte de la familia los Del Rey, cuantos buenos genes se ubicaron ahí, Eduardo también hizo sus pinitos en esto del fútbol, en ese equipo juvenil del SANTOS, ese lateral derecho era suyo, que tiempos, y como disfrutamos con ese ratito de fútbol y amistad.
Mis hermanos sus amigos, y también otros muchos, como el fallecido Fidel, y ese porterazo Basilio Gallardo Cortés, que junto como mi hermano Manolo, se iban a poner la liria, cuando en esos tiempos aún no era delito, cuantas historias tienen estos en ese parque y en todo el pueblo.
El tiempo pasa y una vez acabado los deberes con la patria, esa mili, se empieza a buscar ese empleo que te garantice estabilidad económica, Eduardo Fernández, ingresa en los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado, tuve la suerte de verlo en esta ciudad de Madrid, estuvo un tiempo en ese centro creo que era la Once bandera en Moratalaz, aquí estuvo un tiempo importante, y dejó entre sus compañeros una muy buena relación, lo mismo que cuando se traslado a ese pueblo bonito de la campiña cordobesa, Lucena, ahí hasta que se jubiló estuvo cumpliendo con su cometido de esa gran responsabilidad con el cargo que ocupo durante su experiencia laboral, ahí coincidió con un gran compañero y amigo mío de tiempos de fútbol, FERRER, jugó conmigo en el C.D. Pozoblanco.
Eduardo ahora ya tiene mas tiempo, y acude con mucha regularidad a ese pedanía que tanto le gusta ,ese entredicho, un bello lugar de nuestra comarca, pedanía muy visitada por todos los belmezanos y ahí disfruta de esos placeres de la vida, ese campo y todo lo que ello rodea, su felicidad se le ve en su cara, nada mas pisar este lugar.
Ya termino para felicitarlo por lo amigo que ha sido siempre de sus amigos, una persona que durante todo ese tiempo de servicio, supo cual era su origen, su BELMEZ, siempre dignifico nuestro gentilicio y ya solo me queda decirle a sus hijo, y demás familia, que es un placer el poder escribir esto y que es muy poco por todo lo que nos diste y nos regalaste siempre Eduardo, como belmezano, me siento muy orgulloso de ti.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo amigo Eduardo.