Un exceso de mamografías en las mujeres jóvenes con antecedentes familiares de cáncer de mama puede aumentar el riesgo de desarrollar esa neoplasia, asociado a las bajas radiaciones de la técnica.
Las bajas dosis de radiación de la mamografía anual pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama en mujeres con predisposición genética al cáncer, según un estudio que ha presentado Marijke Jansen van der Weider, del Departamento de Radiología y Epidemiología del Centro Médico de la Universidad de Groningen, en Holanda, en la Reunión Anual de la Sociedad Radiológica de Norteamerica, que se está celebrando en Chicago.
Después de la polémica de hace unos días sobre la edad a la que hay que iniciar los cribados con mamografía, los resultados de este estudio sugieren que es necesario tener cuidado con el grupo de mujeres jóvenes pero que tienen alto riesgo de desarrollar la enfermedad por factores hereditarios.
El citado grupo ha llevado a cabo un estudio para analizar si la exposición a la radiación afecta al riesgo de cáncer de mama en algunas mujeres que se encuentran predispuestas. De los 47 artículos sobre el tema, el equipo holandés seleccionó seis que cumplían los requisitos de inclusión.
Una vez analizados los datos, las mujeres con alto riesgo tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar un cáncer de mama asociado a las bajas dosis de radiación si se comparaban con las mujeres que no recibían ninguna radiación. Después de 20 años con más de cinco exposiciones, las probabilidades aumentaban hasta 2,5 veces.
Van der Weider puntualiza que los resultados se deben tomar con cautela, porque la muestra es pequeña.