5 de agosto de 2011 | Samara Cristina García Guerrero
La Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir edita un manual de recepción, acogida y clasificación de pacientes en Urgencias
SU OBJETIVO PRINCIPAL ES MEJORAR LA CALIDAD Y EFICACIA DE LOS SERVICIOS EN ESTA ÁREA, ESTABLECIENDO CRITERIOS HOMOGÉNEOS Y CIENTÍFICOS EN LA ATENCIÓN A LOS USUARIOS
La Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir ha editado el Manual ‘Recepción, Acogida y Clasificación de pacientes: práctica avanzada de enfermería en Urgencias’, el cual recoge el catálogo de actividades que se engloban en la actuación de los profesionales de enfermería en la consulta de R.A.C., que es la que se realiza en los primeros minutos tras la llegada del paciente a Urgencias y representa el primer contacto con el personal sanitario del hospital.
Su objetivo principal es mejorar la calidad y la eficacia de los servicios de urgencias y emergencias, para lo que se optimiza la respuesta a las necesidades de los usuarios con respecto a su demanda al establecer criterios homogéneos, científicos y coherentes en su atención, aplicando intervenciones enfermeras para garantizar su seguridad.
Dicha actuación enfermera establece tres momentos relacionados entre sí: la recepción, que incluye la identificación, valoración primaria y medidas asistenciales de emergencia (declaración del problema, valoración del riesgo vital y actuación inmediata si procede); la acogida, que se basa en una valoración sistemática, realización de ciertas pruebas diagnósticas, medidas asistenciales de urgencias y la valoración del nivel de gravedad, y, por último, la clasificación, que establece un circuito específico de atención por el resto del equipo sanitario en base a criterios científicos y normalizados.
Desde el año 1999 se aplica este sistema de clasificación de pacientes en el área de Urgencias del Hospital Alto Guadalquivir, de Andújar, incorporándose paulatinamente el resto de centros hospitalarios de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir en función de su apertura. El procedimiento garantiza que, quienes presentan un motivo de consulta más grave, sean atendidos de forma preferente, dando respuesta a sus necesidades individuales y no por orden de llegada al hospital. Este modelo de asistencia urgente ha demostrado ser eficiente y de gran calidad, aportando valor añadido a la seguridad de los pacientes, a la individualización de la asistencia y a la superación de sus expectativas asistenciales.
Necesidad por alta frecuentación
La creciente frecuentación de los servicios de urgencias hospitalarias es una realidad en nuestra sociedad, debido fundamentalmente a la ausencia de listas de espera y a la gestión de los tiempos en la asistencia. Este sistema, que incialmente de llamó ‘Triage’, evalúa de forma rápida el carácter y la gravedad del motivo de consulta de cada paciente y dispone el mejor lugar para recibir su tratamiento, además de ofrecer una atención humana, cercana y cálida. Se prioriza, por tanto, según criterios clínicos, y nunca por orden de llegada, lo que posibilita que los enfermos más graves puedan ser atendidos de forma más ágil, respetando así la naturaleza del servicio de Urgencias hospitalarias.
El Manual, que ha sido puesto a disposición de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, sirve de guía de actuación normalizada para todos los profesionales de Urgencias de los centros de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir (en Córdoba, el Hospital comarcal de Montilla y los de alta resolución de Puente Genil y Valle de Guadiato, y en Jaén, el Alto Guadalquivir de Andújar y los de alta resolución de Sierra de Segura, Alcaudete y Alcalá la Real).
El documento se ha presentado en la reciente edición del curso de R.A.C, que finalizó el 7 de julio. El texto está disponible para la consulta de los profesionales tanto en las Áreas de Urgencias como a través de la Biblioteca de los centros.
Las últimas actualizaciones realizadas en su contenido se refieren al establecimiento de circuitos de atención diferenciada y medidas de discriminación positiva a pacientes vulnerables y personas cuidadoras. La escala de priorización utilizada incluye factores modificadores relacionados no sólo con otras enfermedades que pueden agravar el cuadro actual, sino también con aspectos relacionados con la capacidad y el soporte de cuidados, o el grado de independencia para los mismos. Igualmente, en el año 2011 se están desarrollando protocolos específicos de atención a personas con procesos en los que la optimización del tiempo de atención ha demostrado ser un factor protector para el mantenimiento de la vida y la calidad de la misma.
El avance en las competencias de los profesionales de enfermería (prácticas de enfermería avanzada) se ve reflejado en este tipo de intervención que, en base a su recorrido histórico, continúa incrementando la capacidad de resolución de los episodios por parte de este colectivo. En los próximos años se espera trabajar con un nuevo modelo de asistencia integral que mejorará aún más los circuitos de atención y dará mayor rapidez en la respuesta a la demanda asistencial, habiéndose ya incorporado a él la R.A.C.