Las enfermedades bucodentales constituyen un importante problema de salud pública por su alta prevalencia y fuerte impacto sobre las personas y la sociedad, en términos de dolor, malestar, limitaciones y discapacidad social y funcional.
Muchos de los factores de riesgo que se asocian a estas enfermedades se relacionan con un inadecuado estilo de vida y unos hábitos insanos adquiridos a lo largo del tiempo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la educación es el mecanismo más eficaz del que disponemos para generar un cambio de actitud hacia modos de vida más saludables.
La salud bucodental infantil es un objetivo de primer orden en el contexto de las políticas de salud de nuestro país y de los países de nuestro entorno. El enfoque preventivo y las actividades que se aplican, desde los primeros años de vida; son claves para el éxito de los programas de salud. En los países desarrollados, la caries dental infantil ha disminuido en las últimas décadas. Este descenso se debe a la mejora del nivel de vida, a la implantación de programas preventivos comunitarios y a los avances en la atención odontológica.
Aún así, en España según los datos de la Encuesta de Salud Ora en España de 2005, a los 12 años, sólo el 53% de los niños están libres de caries. La promoción de hábitos saludables, la prevención de las principales patologías bucodentales y su detección precoz, mediante revisiones periódicas, constituyen un conjunto de acciones de reconocida utilidad en la salud general de los niños. La caries es la principal patología en la infancia. Una mala higiene oral puede desembocar en la pérdida de dientes, lo que se conoce como enfermedad periodontal, que suele afectar a 15-20% de los adultos de edad media (35-44 años) y alrededor del 30% de las personas entre 65 y los 74 años, no tienen dientes naturales.
Por todo ello, debemos evitar los factores de riesgo para así poder evitar enfermedades bucodentales; estos factores de riesgo son entre otros, la mala alimentación, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la falta de higiene bucodental, aunque existen también diversos determinantes sociales.
Es decir, que la salud bucodental es fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida, que podemos definir como la ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades de las encías, caries y pérdidas de dientes y otras enfermedades y trastornos, que limitan en la persona afectada la capacidad de morder, masticar y hablar; al tiempo que repercute en su relación con los demás.