• Mas del 95% de los Profesionales de Pediatría secundan el escrito.
• Responsabilizan al Director Gerente de la situación.

 El Sindicato profesional de Enfermería SATSE-Córdoba hecho pública una nota en la que informa que mas del 95% de los Profesionales de Enfermería (Enfermeras/os y Auxiliares de Enfermería) que prestan servicios en la planta de Pediatría del Hospital de Pozoblanco han remitido un escrito al Director Gerente, Juan Espinar, en el que rechazan la política de no sustitución y falta de personal en la citada unidad.

Afirma SATSE que en citado escrito los profesionales manifiestan que para prestar una asistencia de cuidados de calidad en la planta de Pediatría es necesario al menos que esté dotada con el personal que recomienda la OMS, el Ministerio de Sanidad y la propia Consejería de Salud, la cual establece que para garantizar la calidad asistencial y no poner en riesgo la seguridad de los pacientes pediátricos ingresados en situaciones de huelga legal se han establecido como servicios mínimos una dotación por turno de dos Enfermeras y dos Aux. de Enfermería. Situación ésta que se está incumpliendo reiteradamente.

Continúan el escrito de los Profesionales informando que mantener las tres unidades que conforman la Planta de Pediatría (Neonatos, Lactantes y Preescolares) con una dotación inferior a la señalad supone una disminución objetiva de la calidad que se presta a los niños ingresados a la vez que incrementa el riesgo en la seguridad de los mismos, sobre todo cuando hay ingresados neonatos o niños con procesos potencialmente infecciosos.

Así mismo el Sindicato asevera que en reiteradas ocasiones el mando intermedio correspondiente obliga a los Profesionales a movilizarse desde la unidad de Pediatría a otras unidades del Hospital para sustituir la ausencia de Profesionales en la mismas. Ello genera un déficit de profesionales en Pediatría.

En este sentido, los Profesionales le recuerdan al Director Gerente que en la Planta de Pediatría son ingresados todos los niños, incluyendo a los que provienen de otras especialidades (como Cirugía, ORL, Traumatología o Medicina Interna, que no se contabilizan como ingresados en la planta de Pediatría), o los que se encuentran en estado crítico (ya que hospital no dispone de Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica), además de prematuros, hospital de día, de corta estancia, etc. Y de prestar apoyo al servicio de Urgencias cuando lo requieren.

SATSE y los Profesionales aseguran que por las características de niños, lactantes, recién nacidos y prematuros que son ingresados en el hospital, algunos de ellos con compromiso vital que en situaciones de emergencias precisan mas de tres profesionales para estabilizarlos, se hace necesario que se preste unos cuidados continuos por profesionales formados y adiestrados en el uso del aparataje y en las técnicas y cuidados que se utilizan habitualmente que son específicas de la unidad con las que no están familiarizadas el resto de profesionales del hospital. Por ello la “solución” de movilizar a Profesionales de otras unidades cuando falta personal en Pediatría, no es operativa ni razonable, pues es un permanente parcheo.

Concluyen los Profesionales en su escrito afirmando que esta situación de déficit de personal además de poner en riesgo la seguridad de los niños ingresados y alterar la calidad asistencial, tiene otras consecuencias como son: que se obstaculiza la labor profesional, se dificulta que se pueda satisfacer las necesidades básicas de los niños ingresados, se dificulta enormemente la coordinación con otros Profesionales (Pediatras), se impide la realización de acciones de educación sanitaria y se impide alcanzar el grado de satisfacción esperado por la familia del niño.

Finaliza la carta responsabilizando al Director Gerente de la disminución de personal que incrementa significativamente el riesgo tanto en lo referente a la seguridad de los niños ingresados como la del propio profesional por la sobrecarga de trabajo y estrés laboral que genera la falta de Personal y declinando en él toda responsabilidad ante cualquier deficiencia asistencial derivada de competencias profesionales que se pueda producir como como consecuencia de esta falta de personal.