12 de octubre de 2010 | Infoguadiato
Jerónimo Mohedano Sánchez, un genio con un cincel
CON MÁS DE UNA TREINTENA DE OBRAS, ASEGURA QUE “PRETENDO CREAR LO QUE VEO, HASTA QUE ME FALLEN LAS FUERZAS O ME ABANDONEN LAS MUSAS”
Jerónimo Mohedano Sánchez, peñarriblense de 78 años, es muy conocido en el municipio porque a lo largo de él se hallan todo tipo de esculturas suyas. El escultor, que ha trabajado de albañil, fontanero, electricista, carpintero y minero entre otros trabajos, siempre ha tenido la escultura como vocación. Al principio, en sus ratos libres, y desde su jubilación, esa tarea ha pasado a ser su faena diaria.
Con más de una treintena de obras, asegura que “pretendo crear lo que veo, hasta que me fallen las fuerzas o me abandonen las musas”. Ejemplos de sus obras se encuentran en el parque del distrito de Peñarroya, donde “un minero sale de la piedra para cobrar vida, clara metáfora de su fatídico destino en algunas ocasiones, en la que va al centro de la tierra a extraer carbón y la pierde”; en la residencia de ancianos de la avenida principal de la localidad “donde una pareja de mayores posan en una fuente mientras disfrutan del tiempo y de la compañía”; un busto de Rodríguez Cerrato en el Centro Polivalente que “da la bienvenida a la música y la cultura de la ciudad, puesto que allí es donde se llevan a cabo actos culturales”; y en su patio “donde multitud de bellas mujeres convertidas en fuentes o como estatuas observan el paso del tiempo” desde la tranquilidad del artista. Domina la técnica de tallar en piedra y modelar el barro, cree que la concepción de belleza ideal tiene valor propio y así lo demuestra en sus obras.
Comenta que la primera escultura que realizó, fue la cara de su esposa, “mi preciosa mujer, Otilia, fue creada con escayola y una cuchilla de zapatero”, y todo fue, comenta, porque vio a un escultor modelando, lo observó y descubrió que él tenía que hacerlo, tuvo la necesidad de llevarlo a cabo. El genio explica que en la realización de algunas ha tardado 18 días y en otras, varios meses “dependiendo del momento y de la estatura de las figuras”.
No ha recibido premios, menciones especiales, u homenajes, lo que sí posee son algunas placas de agradecimientos por las esculturas realizadas y donadas aunque “lo primordial es que el tiempo es mi mayor aliado, pasa y ellas siguen ahí”.
El artista peñarriblense, esculpe en piedra, talla con su escoplo lo que late en ella, la estatua espera dormida a que su cincel quiera descubrirla, su forma humana espera hasta que ocupa su lugar, bien sea de medio cuerpo, de cuerpo entero, de busto o de torso y ella misma es la que le indica la posición que quiere tomar, de pie, sentada o de rodillas. Asegura que “veo lo que he de tallar, y tallo lo que veo”.
Las técnicas utilizadas por Mohedano para tan bella tarea, son tallado, modelado, esculpido y pulido, ya sea con los materiales de arcillla, piedra –mármol y granito-, hierro y madera.
Aunque este virtuoso del buril también pinta, prueba de ello son los Doce trabajos de Hércules, que presiden su patio en los que se aprecia a Heracles enfrentándose a diversos animales. Jerónimo, ya tiene 6 esculpidos en piedra, y asegura, que terminará la otra mitad “siempre y cuando se lo permita la inspiración”.