La agrupación de ‘Los Huéspedes’, de Peñarroya-Pueblonuevo, actuó el pasado 15 de febrero en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) 2020 del Gran Teatro de Córdoba, donde se presentaron como fantasmas de almas que vagan entre la vida y el más allá.

La presentación dio comienzo con una lúgubre luz de fondo y con sus hombres rodeados de humo, como si estuvieran entre dos mundos, cantando “aunque si te vas ya no vuelves, yo siempre volveré como huésped sin cuerpo presente pero con mi alma para poder cantarte siempre en Carnaval”. Con esa garra y fuerza, el grupo dejó huella en las tablas del gran teatro cordobés.

Su primer pasodoble, en homenaje a un gran autor de Carnaval, contaba cómo en su camino hacia la luz eterna, con su copla y su disfraz, al encontrarse su alma con estos huéspedes que cantarían en su templo, les pidió que trajera un mensaje para su gente, “les manda un beso Don Miguel Amate”. El teatro se puso en pie, con ojos aguados, tuvo lugar el segundo pasodoble, dirigido a la eutanasia, que contó la reciente historia de un hombre que quiso acabar con el sufrimiento de su mujer.

En la tanda de cuplés, el primero fue para los trofeos de caza, como las cornamentas que se pagan burradas, con la moraleja de que hay gente que tiene una fortuna en su cabeza sin darse cuenta. El segundo cuplé hizo una crítica al afán por las operaciones de cirugía estética. Estos versos fueron acompañados por un melódico estribillo que, junto a sus voces, recitaba “cuando me aparezca, chiquilla, no tengas miedo, mi alma viene a cantarte de nuevo”.

El repertorio cerró con un popurrí en el que pedían que le dejasen a sus almas ya marchar y descansar de tantas historias inacabadas. Asimismo, advirtieron de la desidia de esta juventud tras la dura lucha de sus abuelos en defender sus derechos y evitar la tiranía, la miseria, la maldad y el odio.