5 de junio de 2019 | María Alonso Couñago
Intercambio de poesía visual entre alumnos gallegos y andaluces
Los alumnos de ambos centros ya habían participado previamente en el Proyecto Caligrama 2000
El poeta y pedagogo vigués, David Fernández Rivera ha organizado por segundo año consecutivo el Proyecto Atlántida, un intercambio de poesía visual a través del correo postal (arte correo) entre alumnos de quinto de primaria de diferentes centros educativos. Este año las instituciones invitadas al intercambio han sido el CEIP Antonio Blanco Rodríguez de Covelo y el Colegio Presentación de María de Peñarroya-Pueblonuevo. Los alumnos de ambos centros ya habían participado previamente en el Proyecto Caligrama 2000, un taller de Rivera que sumerge a los más pequeños en el apasionante mundo de la poesía visual.
El CEIP Antonio Blanco Rodríguez, con el que Fernández Rivera lleva varios años colaborando y del que es Profesor Honorífico desde el 2018, ya participó el curso pasado en la primera edición de este proyecto junto a una institución educativa de Colombia. Por su parte, el poeta invitó al Colegio Presentación de María tras impartir uno de sus talleres en el centro dentro del marco del VII Encuentro de Poesía visual de Peñarroya-Pueblonuevo que organiza bianualmente el Centro de Poesía Visual del municipio, uncentro de documentación del experimentalismo poético contemporáneo, que se ha convertido en un referente de esta forma de arte, así como una propuesta cultural dentro y fuera de España.
Este intercambio, en palabras del propio pedagogo, busca reforzar la respuesta a los estímulos y valores propios de la poesía visual en la infancia, como la imaginación, creatividad y respuesta al estímulo artístico, inculcando a su vez los aprendizajes intrínsecos a la fusión de diferentes contextos educativos. De hecho, en el taller previo, los infantes aprenden a explorar, interpretar y crear poesía visual a través de las direcciones de David Fernández Rivera. Asimismo, aprenden a disfrutar de las aparentemente complejas obras de grandes clásicos como Joan Brossa o Apollinarie, además de la obra visual del propio Rivera. ¿Quién dijo que las mejores obras clásicas y contemporáneas eran para adultos? Rivera afirma que los niños tienen tanta o más capacidad que los adultos para asombrarse o soñar desde y a través del arte.
Además, esta innovadora iniciativa ha servido para que sus participantes, todos ellos nativos digitales, se enfrentasen al reto de alejarse de las nuevas tecnologías para comprender y conocer otros modos de comunicación como el correo postal, puesto que todos y cada uno de los poemas visuales desarrollados por cada uno de los niños fueron enviados a través de este medio. A este modo de enviar trabajos artísticos a través de los servicios postales se le denomina arte correo, una forma de comunicación con la que ahora ya están más que familiarizados los alumnos de ambos centros. Asimismo, sus creaciones fueron acompañadas de un texto manuscrito en el que expusieron sus inquietudes, emociones, dificultades, observaciones, etc. Así pues, y siempre de un modo lúdico, los escolares tuvieron la oportunidad de trabajar tanto la reflexión intrapersonal, como la empatía hacia su destinatario.