Festivales hay muchos. Lugares donde celebrarlos y gente dispuesta a acudir también. Bandas ilusionadas con tocar delante de un público afín o ajeno, climatologías favorables o adversas y veranos repletos de eventos en los que el bebercio y el desfase suelen estar por encima de la música se multiplican año a año por toda la geografía nacional. Por eso, por todo lo bueno y lo malo que supone organizar un acto benéfico con la música como base, estamos aquí de nuevo. Para presentar el Guadiato Rock 2018, un festival humilde pero sólido en sus convicciones que pretende ayudar a la difusión de algunos de los grupos locales y comarcales, los cuales en algunos casos tienen pocas ocasiones a lo largo del año para demostrar su potencial en directo. La música es cultura y, ya se sabe, eso es campo la mayoría de veces vetado para las instituciones.
No sin muchos esfuerzos, la Asociación Naturalista Alto Guadiato continúa organizando rutas de senderismo y otras actividades relacionadas con el disfrute de la naturaleza en nuestra zona, pero además nunca se olvida de que una vez, hace ya cinco años (esta edición es la cuarta, tras el obligado parón ante la falta de apoyos de 2017), decidió emprender esta aventura de manera totalmente desinteresada con la sana intención de reunirnos a todos los que disfrutamos de un concierto en nuestro espacio, con nuestra gente, con nuestros amigos sobre el escenario y con todas las ganas del mundo por sacar adelante un proyecto tan ilusionante como necesario. Así, durante la noche del próximo 7 de julio, en las instalaciones de la piscina municipal de Peñarroya-Pueblonuevo, cuatro bandas como cuatro soles saldrán a las tablas a demostrar en algunos casos su experiencia y en otros a apuntalar el empuje con el que se comienza cualquier carrera musical. Ilusión, esa palabra mágica.
Para más señas, el cartel de esta edición lo integran Ángel Centeno y su “Mundo Rock”, un cantautor azuagueño orientado al rock andaluz –sí, todos pensamos en Triana, Alameda o Imán, sin olvidarnos de los míticos Medina Azahara- que ha grabado ya algún tema en Studio Records y acaba de incorporar a su banda a nuevos músicos con los que ya se ha paseado por algún que otro teatro. Con él también estarán unos viejos conocidos del festival, los mellarienses Rocahma, que vuelven a incorporarse al espectáculo con el acicate de los nuevos temas que acaban de componer, en los que el ramalazo a la primera época de The Police se entremezcla con ese punto de rock progresivo que es su seña de identidad. Un trío que seguramente aporte la solidez necesaria para disfrutar de canciones propias hechas por gente de aquí. No serán los únicos, porque los componentes de Disidentes, una agrupación que ya pisó este mismo escenario, aúnan versiones del grunge de los noventa con otras más contemporáneas y sorprendentes a la par que empiezan a escribir sus propios temas, de los que puede que tomemos buena nota en esta nueva comparecencia ante sus paisanos. La guinda la pondrán desde la capital cordobesa DLujo, un nuevo viaje en el tiempo pasado -que no necesariamente mejor- de la música nacional, una incursión en territorio conocido hecha con convicción y por músicos dispersos en otras formaciones de corte similar. Con estos mimbres, al menos la diversión está asegurada.
Ahora solo faltan ustedes. Para acudir a la cita recuerden dos cosas: Una, que la recaudación global irá destinada al fondo benéfico de Cruz Roja, con lo cual estarán contribuyendo a una causa encomiable; y otra, que el precio del concierto es puramente simbólico y que pocas veces podrán escuchar música en directo, aquí multiplicada por cuatro, por tan solo tres euros. Una inversión segura y agradecida. Por todo eso y por todas las ediciones que aún están por venir, el Guadiato Rock 2018 espera celebrar su festival más concurrido. La organización, los músicos y todos los que contribuimos a la causa de una manera u otra solo podemos decir a modo de resumen: ¡Bienvenidos, hijos del rock and roll!