El viajante llegó a su casa después de haber pasado toda una semana de viaje.
-Cariño !! vengo que no me aguanto, ve quitándote la ropa que te voy a echar el polvo de tu vida.
Entraron en la habitación, se metieron en la cama e hicieron el amor de manera salvaje, brutal, escandalosa. Fue tal el ajetreo y el ruido de la cama contra la pared, que al poco de empezar escucharon unos golpes al otro lado de la pared, acompañados por las voces del vecino:
Ya está bien, ¡Toda la semana igual, COÑO...!!!