Lleva casi 28 años metido en política, primero como alcalde independiente y luego con el PP. José Antonio Fernández afronta su quinta legislatura al frente de un pueblo sin débitos a proveedores y con una deuda viva que es prácticamente residual. «La economía no es un problema». Espiel pasó de vivir de la minería del carbón a ser un ejemplo de políticas de atracción de empresas. «Tuvimos que cambiar porque la minería se acabó», reconoce el regidor, que tras 16 años al frente del Consistorio, decidió, este año, dar el salto a la Diputación.
¿Cómo ha cambiado Espiel desde que es alcalde?
Ha cambiado mucho. No hay una sola calle que no se haya tocado. Los servicios han evolucionado un cien por cien. Pero lo más significativo ha sido el cambio por la reestructuración de la minería del carbón. Hubo que cambiar el objetivo laboral de todos los espeleños y hoy tenemos en torno a 1,5 millones de metros cuadrados de suelo industrial. Y casi el noventa por ciento de nuestros vecinos viven de esa industria. Tenemos tres polígonos industriales. Dos municipales y uno privado. Esto, junto con el nuevo que se está proyectado, El Caño IV, conforman esos 1,5 millones de metros cuadrados.
¿Cómo se consigue esto?
Primero con una buena racionalización de las ayudas Miner. Luego con estabilidad política, porque los empresarios la buscan. La ubicación geográfica es muy buena. El equipo de gobierno local se convierte en una parte del negocio que se quiere instalar aquí, le ayudamos a dinamizar la burocracia porque este Ayuntamiento es tremendamente ágil. Y, por último, la suerte, que hay que tenerla siempre de cara.
¿Cuánta culpa tienen de esto los fondos Miner?
Son el complemento al déficit que se generó por la desaparición de la minería. Ayudan a tener infraestructuras y, sobre todo, ayudan a los empresarios que quieren instalarse para desarrollar su actividad aquí. Pero estos fondos sólo nos ayudan a recuperar lo que hemos perdido. Aún necesitaríamos más subvenciones para que Espiel y la cuenca de Guadiato, sin la minería, pueda converger con las demás zonas de la provincia.
¿Qué prioridades se marca para este mandato?
No son de esta legislatura. Una hace referencia a la vida ciudadana, en el sentido de servicios y calidad de vida. Y la otra es la industria, generar puestos de trabajo a través de la ubicación de empresas en nuestro municipio. Teníamos dos proyectos estrella: uno era la industria, que lo vamos logrando, y el otro era un geriátrico de 200 camas con 60 puestos de trabajo, que ya lo tenemos al cien por cien.
¿Cómo compagina ser diputado y alcalde?
Con una organización de vida totalmente diferente. Pero es cuestión de organizarte y de tener un buen equipo. Y yo en mis áreas de Diputación (Vivienda y Carreteras), como aquí en el Ayuntamiento, sólo puedo hablar maravillas de los técnicos. Son servidores públicos. No ha cambiado mi vida porque soy funcionario de Diputación en excedencia y estoy acostumbrado a esa doble vida.