A diferencia del pasado año, que se tuvo que suspender por el agua, la fecha elegida por la collera Requena-Mariscal, propiedad de la finca, para echar La Ballesta no pudo ser más acertada. El sol radiante que nos acompañó durante toda la jornada así lo demostró, brindándonos a los allí presentes un magnifico día de montería.
Tras las churros y la rebanás de pan frito, momento de un sentido y respetuoso rezo que, sombrero en mano, se siguió de manera ejemplar. El sorteo de los setenta puestos con que se cerraron los dos manchones a batir se desarrolló ágilmente, y es que Mariscal, micrófono en mano, dinamizó correctamente esta compleja tarea cuando son tantas las posturas a montar.
Las rehalas trabajaron de maravilla, se notó que los perros están en su momento cumbre de la temporada. Los que tuvimos la fortuna de ver trabajar los campaneros de Antonio Ángel Marín y los berrendos de Borland en los cerros del Tesorillo, disfrutamos de un bello espectáculo.
La mancha no defraudó, cumpliendo de sobra con las expectativas creadas, cobrándose un total de 36 cochinos. El pronto trabajo de arrieros posibilitó disfrutar del tapete de marranos al poco de saborear el puchero, y mucho antes de echarse el sol.
Gran día entre amigos y buenos aficionados cordobeses el que vivimos junto a la mina de carbón La Corta Ballesta localizada en el término municipal de Espiel.