Barclays, condenada por cargos fraudulentos con tarjeta de crédito, en base a su responsabilidad contractual.
Banco Sabadell, condenada por comportamiento negligente al conceder un extracto de dos cuentas corrientes a quien no era su titular.
Ambas sentencias incluyen una condena por daño moral, que se cuantifica en 1.500 € a favor de los usuarios.
Ausbanc recomienda extremar el cuidado con las tarjetas bancarias en periodo vacacional.
El Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Córdoba condena a Barclays a reintegrar a su cliente los cargos fraudulentos realizados con su tarjeta de crédito. A pesar de que el cliente dio de baja su tarjeta, días después en un establecimiento se realizó un cargo de muestreo de 1 céntimo, y una vez verificada su operatividad, se realizaron varios cargos por importe superior a 5.000 €.
El consumidor presentó, a través de Ausbanc, una demanda al verificar la existencia de cargos no reconocidos. La sentencia concluye que los cargos son claramente fraudulentos: “Como dice la actora en su demanda, estos cargos mostraban claros indicios de su carácter fraudulento pues se hicieron sucesivamente y con posterioridad a un primer cargo “de muestreo” de un céntimo de euro”, y condena a la entidad, en base a su responsabilidad contractual como banco emisor de la tarjeta y responsable de su buen funcionamiento.
Además, condena a la entidad bancaria a abonar al cliente los intereses y todos los gastos ocasionados por los cargos, así como 1.500 € en concepto de indemnización por daño moral, dado que la entidad le había incluido en un registro de solvencia patrimonial.
En las vacaciones estivales se multiplica el trabajo de las bandas de ladrones y clonadores de tarjetas de crédito, porque más del 70% de las compras que realizamos en esa época se abonan con tarjetas bancarias. Ausbanc recomienda extremar precauciones al utilizar las tarjetas bancarias y proceder a su reclamación en caso de cargos no reconocidos.
La otra sentencia, también del Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Córdoba, condena a Banco Sabadell por el tratamiento negligente de datos de carácter personal de sus clientes, al haberlos cedido a un tercero no titular, sin contar con la expresa autorización de sus clientes.
La entidad es condenada a pagar 1.500 € por los daños morales sufridos por los titulares de la cuenta corriente, ya que -como indica la sentencia- se ha producido un comportamiento negligente de la entidad financiera al conceder un extracto de dos cuentas corrientes a quien no era su titular. A la hora de cuantificar el precio de la compensación por la intromisión a la intimidad así como el desasosiego o angustia sufrida, la indemnización queda fijada en 1.500 €.