20 de octubre de 2014 | Lorne Green
El mariscal Tito, si pudo estar en los Pedroches
Josip Brozovich Tiro nació en Zagorye, aldea de Croacia, el 25 de mayo de 1890, de padre croata y madre eslovena. En 1914 entró en filas como soldado austrohúngaro, y al año siguiente, cuando combatía en el frente de Galitzia, fue hecho prisionero por los rusos. De esta manera Tiro iba a asistir a la descomposición del formidable imperio zarista y ver cómo se desintegraba el poder más absolutista de Europa.
Liberado en 1917, en plena revolución, participó activamente en las jornadas que días tras días pusieron a prueba las débiles defensas improvisadas por el gobierno Kerenski, hasta desembocar en la revolución de octubre en que los bolcheviques asaltaron el poder desde la calle conducidos por Lenin y Trostki. Esta experiencia debió ser vital en la vida de Tito, pero además, algunos de sus biógrafos le sitúan como alumno aventajado en las escuelas de entrenamiento comunista creadas por los bolcheviques inmediatamente después de su triunfo.
En 1924, regresó a su Patria, la después Yugoslavia, hoy también desaparecida de lo que fueron sus antiguas fronteras, trabajando como obrero metalúrgico. Pronto iba a destacarse como organizador sindical y paladín de la causa obrera entre los trabajadores metalúrgicos de Zagreb. Sus actividades debieron tener amplias ramificaciones, ya que por estos años sufrió varios arrestos por la real policía yugoslava como agitador y conspirador. Todo ello trajo como consecuencia que estuviera encarcelado desde 1929 hasta 1934.Sin duda, las cosas, no le iban bien en su patria, y en 1935 Tito reaparece en la Unión Soviética.
Nos hallamos en plena crisis de la democracia europea, un periodo clave en que el comunismo, por una parte, y el fascismo por otra, juegan bazas importantes a favor de la revolución. Las dos fuerzas que actúan más fuertemente contra el parlamentarismo están llevando la lucha hasta sus máximas consecuencias. Ningún país europeo se salva de las corrosivas de los aparatos de subversión puestos en marcha a escala internacional. El comunismo ha movilizado a sus mejores hombres para librar lo que parece la batalla definitiva… ¿Dónde está Tito? ¿Qué hace Tito en estos años decisivos?. Oficialmente se halla en la Unión Soviética. Pero teniendo en cuenta su experiencia, los canales subterráneos que el comunismo internacional ha abierto a través de Europa, para llegar a España donde el chispazo de la guerra ha prendido es históricamente verosímil atribuir a Tito un papel importante en la guerra civil española.
Un conspirador que juega con los nombres supuestos y los disfraces tan hábilmente como lo hace Tito resulta muy difícil de identificar. En España hay quien dice haberlo visto en Barcelona, señalándose también determinado chalet de la colonia del Viso en Madrid, residencia en 1936. No faltan quienes le sitúan en el cuartel general de la 300 división de guerrilleros de Alcalá de Henares como instructor de los especialistas de terrorismo y sabotaje en la zona nacional, e incluso, cuando escribí sobre la batalla de Pozoblanco (Córdoba), hubo quien manifestó haberlo visto en dicha localidad apoyando al Teniente Coronel Pérez Salas, defensor republicano de dicha población.
Aunque nada de esto ha podido ser comprobado de forma fehaciente, hasta el momento, lo que si está demostrado es que Tito fue en Francia y en Suiza uno de los personajes claves de la KOMINTERN, para la organización del reclutamiento, armamento y envío a España de las brigadas internacionales.
Rotas las hostilidades entre Alemania y Yugoslavia, en el transcurso de la segunda guerra mundial, apareció en su país como guerrillero-partisano. A partir de 1941 el nombre de Tito empieza a circular cada vez con más insistencia como jefe de la resistencia yugoslava. En 1942, tras el fracaso en la coordinación de las operaciones de resistencia con el general Mihailovich, Tito organizó un ejército nacional popular de servicios, croatas y eslovenos. Su maniobra tuvo un éxito inmediato, pues a finales de ese año ya había iniciado operaciones en gran escala contra las fuerzas de ocupación del Eje y sus colaboradores yugoslavos. ( Que he de decir que estos colaboradores fueron precisamente en su mayoría croatas, y “curiosamente”, cuando la desintegración hace pocos años de la antigua Yugoslavia, la primera nación, que reconoció a Croacia como país independiente, en contra de la comunidad internacional, fue precisamente Alemania, ¿Curioso o no?.
En mayo de 1943, comenzó a recibir ayuda militar de los aliados, especialmente de Inglaterra,. Churchill, le envió incluso a su hijo Randolph como representante británico, con lo cual terminó por desbancar al general Mihailovich.
El ejército guerrillero de Tito, cifrado por los alemanes en 150.000 hombres, era realmente una fuerza considerable, provista de excelente armamento y muy superior a la estimación alemana.
En noviembre de 1943 Tito reveló su personalidad y fue galardonado con el título de mariscal del Ejército del Pueblo. El 7 de Marzo de 1945 ya era Primer Ministro de Yugoslavia. Tras suprimir a todos los elementos hostiles a su régimen, entre ellos a su adversario derechista Mihailovich, cuya actividad patriótica y militar había sido, al menos tan importante como la suya, Tito condujo firmemente a Yugoslavia hacia la socialización interna, la industrialización y cooperación con la Unión Soviética. Sin embargo en 1948, acaparó los titulares de la prensa mundial, por su espectacular ruptura con el Kremlin. Tito inauguraba así la era de los comunismos nacionales, para convertirse después en uno de los dirigentes no alineados. Aunque no en nuestra comarca, Si pudo estar en los Pedroches, como ya se comenta anteriormente, en el mismísimo Pozoblanco. Quizás algún día pueda saberse la veracidad de lo que aquí se escribe, que no obstante, está debidamente documentado.- Falleció el 04-05-1980.