Con buena climatología y no más de setenta personas como público comienza, a la hora prevista, el encuentro entre Lucena y Peñarroya.
Ambos equipos se toman unos minutos para tantearse, pero pronto se puede ver que el Lucena va a por todas y el Peñarroya se ha apocado. El Lucena, sin grandes merecimientos en su juego, casi siempre con jugadas en pase largo en la primera parte llega a la portería del Peñarroya con peligro.
Hasta la primera media hora de partido será la situación predominante con algunos intentos de tocar el balón del Peñarroya que serán frenados por la media del Lucena. La media del Peñarroya no encuentra su sitio, la delantera cuando le llega un balón no acierta a crear peligro y la defensa está, cada minuto que pasa, más desorganizada.
Con esta situación en un saque de esquina a favor del Lucena, queda libre de marca en el punto de penalti Miguel Toro que aprovechará para tirar a puerta adelantando a su equipo en el minuto treinta y dos.
El Peñarroya es presa del desconcierto y tres minutos más tarde un jugador de la media Lucentina pasa entre líneas a Vergara para que se vaya de la defensa del Peñarroya por velocidad. Una vez dentro del área tira a puerta marcando el segundo y último gol del encuentro.
En la segunda parte el Peñarroya saldrá a intentar que la diferencia no sea más abultada, y a su vez el Lucena se relajará un poco con un resultado favorable. Pero aún así no es suficiente para que el Peñarroya cree peligro en la portería local.
Mal partido del Peñarroya que no supo organizar su juego, ni mostró esa actitud luchadora y de sacrificio que otras veces si hemos visto.