La imagen de la virgen de Fátima inició el camino a la ermita alrededor de las 10 de la mañana desde la plaza de la Constitución, y en el camino estuvo acompañada de numerosas carrozas hechas por los habitantes de Valsequillo, en dicha realización participan desde los más pequeños hasta nuestros mayores, elaboradas a base de madera, cartón, flores de papel y mucha imaginación.
Son dos kilómetros la distancia que separa al municipio de la ermita, que en todo el recorrido va acompañada de fieles.
Una vez en la ermita se procedió a una misa rociera cantada por el coro parroquial.
Una vez en su casa los vecinos del municipio continuaron la jornada con entusiasmo y hermandad, donde los visitantes pudieron comprobar la hospitalidad de las familias de Valsequillo reunidas en torno a chaparros y saborear la gran variedad de productos de la zona.
Ya por la noche tuvo lugar la procesión con velas por el recinto de la ermita.
Este municipio siente mucha devoción y fe por su virgen que se ve reflejado en este día, a través de la convivencia y armonía de cuantas personas se acercan al paraje en el que se encuentra ubicada la ermita.