27 de enero de 2020 | Infoguadiato
Sabotaje en la finca “El Espino”, ubicada en el municipio de Los Blázquez
"Ha sido un ajuste de cuentas": habla un cazador de la montería saboteada en Córdoba
Una finca de Córdoba en la que se iba a celebrar una montería fue llenada de clavos que provocaron que una treintena de coches acabaran con las ruedas destrozadas y tuvieran que ser sacados con grúas.
Este fin de semana se ha producido un sabotaje en la finca “El Espino”, ubicada en Córdoba, en el municipio de Los Blázquez, donde se iba a celebrar una montería entre amigos que terminó en desgracia. La finca había sido llenada de clavos por los caminos, provocando numerosos daños en los vehículos que acudían a la jornada de caza, donde un total de 30 coches terminaron con las ruedas reventadas. “Algunos de los coches de las armadas de cierres que entraron los primeros tenían hasta 9 clavos en una sola rueda”, nos ha confirmado una persona involucrada en la organización de la montería.
“Era una montería organizada entre 3 amigos para echar un día de caza juntos, no somos una orgánica”, nos comentaba uno de los cazadores implicados en la organización de la cacería, con el que hemos hablado en exclusiva, que ha preferido mantener su identidad en el anonimato. “A la entrada de la finca, cuando estábamos colocando las primeras armadas de cierre, fue cuando nos dimos cuenta de que estaba llena de clavos la mancha y nos empezaron a avisar por las emisoras y por teléfono de que los coches estaban pinchando uno tras otro”, añadía el testigo.
La Guardia Civil fue avisada y se presentó en “El Espino”, para levantar acta sobre lo sucedido y comenzar la investigación que permita identificar a los autores. Algunos señalaban que podría tratarse de un ataque animalista, pero el cazador allí presente nos lo ha desmentido: “no es ataque animalista al 100%, es un ajuste de cuentas contra el propietario de la finca de personas del pueblo. Nosotros no somos orgánicos y no nos conocen, es una finca particular y el dueño se negó en su día a ceder las tierras para que cazara el pueblo y empezaron en conflictos entre ellos”. A lo que añadía que sinceramente, “prefería haberme encontrado a los animalistas con trompetas que esto”.
Los daños ocasionados ascienden “a más de 15.000 y tirando por lo bajo”, ya que “había coches con hasta 9 y 10 clavos en una sola rueda y que tienen hasta la llanta destrozada”.
Pero no paró ahí la cosa, ya que incluso “hay gente que se pinchó clavos en los pies, las mulas se negaron a entrar y las rehalas igual, por el miedo a que se clavaran los clavos en las patas”, todo ello además con el agravante de que “si pasa algo grave o de urgencia en ese momento, ¿cómo salimos corriendo?”, nos comentaba el cazador desolado por los hechos, que reprochaba esta forma de actuar y aseguraba que “las cosas se solucionan hablando de una manera cívica y sino, recurres la justicia, pero no así”.
Hemos hablado con uno de los rehaleros que estaban allí también y que pincharon una rueda del camión al entrar “y eso que pasamos los últimos”. Nos comentaba que las rehalas no querían soltar “porque un perro con un clavo de esos lo puedes dejar inválido” y que, lo que más le llamó la atención “es que los clavos estaban soldados de manera que lo tiras y siempre queda de pie, cromados en negro para que no se vieran”. Según le han contado en un grupo de Whatsapp, “los clavos esos los venden en una ferretería de Zalamea de la Serena”, pero no puede confirmar nada. Muchos de los clavos fueron retirados a mano por varias personas andando por los caminos, pero aun así seguían pinchando vehículos.
La patrulla de la Guardia Civil que acudió al lugar de los hechos, aconsejó a las víctimas de este vandalismo que “pongamos una denuncia cada uno en nuestro municipio”, según nos contaba el cazador. En total nuestra fuente calcula que se llegará a las 25 o más denuncias, ya que a primer ahora del lunes, cuando él ha acudido a la comisaría a presentar su denuncia “ya había entre 8 y 10 presentadas sólo de Belmez”. En su caso, la denuncia ha sido doble, primero por los daños ocasionados en su vehículo y segundo por los daños provocados a la montería, como persona encargada de parte de la organización.
“He llamado al seguro y no lo cubre porque es un acto de vandalismo, así que a ver ahora quien se hace responsable de todos los daños, que no son solo las ruedas, es el perjuicio a la gente que venía a cazar ese día”, seguía explicándonos. Ahora la investigación se centra en localizar a las personas responsables de poner los clavos, partiendo de encontrar el lugar en el que pudieron comprarlos.
No es la primera vez que ocurre en la zona
El sabotaje de monterías al parecer no es tan inusual como puede parecer. Varias fuentes nos han confirmado que en Peraleda del Zaucejo, a tan solo 14,7 kilómetros de Los Blázquez, ocurrió lo mismo en una montería hace un mes. "Cayeron todos, monteros y furgonetas de las rehalas. Además todos los carriles y en todas las entradas a la mancha había clavos, no había escapatoria", nos cuentan. Y tampoco sería un caso aislado, ya que el año pasado durante una montería celebrada en Zalamea de la Serena, a 40 kilómetros de allí, ocurrió exactamente lo mismo con el mismo tipo de clavos. Fuente: Cazavisión