26 de marzo de 2014 | R.C.G.
Terrible, lo del pueblo del Total
Hubo una vez una Villa próspera, tranquila y acogedora, que aún golpeada en los sesenta con una crisis laboral SUPO Y PUDO levantarse ayudada por un Régimen para olvidar.
En aquella época, sus habitantes todavía disfrutaban de un humor tan especial como para levantarse en los cuarteles, tomar el total que venía de entre la vida y la muerte, disfrutar del paseo por el Llano, el Seguro, la Gotera, la Guita y rebasando el Punto y el Riillo llegar a casa de algún familiar junto a la farola del San Fernando.
<<<< ¡¡TOTAL!! POR EL PRECIO QUE TENIA >>>>.
Existían todo tipo de habitantes con distinta clase social, proletarios, señoritos, industriales y buscavidas, pero todos y digo todos se saludaban muy temprano tomando el cafetito en ese San Antonio y en el Bar “Plomo”-Turón-.A mediodía, no se perdían la cerveza y/o la copita en ese Marloy con el Sr. Juan A.(d.e.p.), y en el Ovni. Siempre en muy buena armonía ¡que tiempos aquellos ¡¿tanto hemos cambiado?
Actualmente nadie se fía de nadie, vayas donde vayas cada cual tiene su “parroquia” a la que le da cuerda abandonando y dando de lado a los que no comulgan con sus ideas. Lo triste es que ocurre tanto en hostelería, como en restauración, confección o menaje del hogar. No hemos sabido defender nuestro grado cosmopolita.
Hemos intentado joder a los herederos del Total, intentando lograr de ellos algo que debíamos de haber hecho nosotros hace muchísimo tiempo como es una estación de Autobuses y hemos conseguido recortar de autobús a microbús, pero eso sí ahora el propietario es del pueblo. Total para la gente que quedamos aquí y que iremos a menos como no se remedie” in extremis” como todo.
Hemos perdido valores muy importantes y debemos cambiar muy mucho para retomar el rumbo perdido. La tolerancia debe ser tal que jamás nos lleve a dar los espectáculos que damos en prensa, en plenos y en manifestaciones y mítines baratos de gente ansiosa de protagonismo perdido.
Si no estamos de acuerdo con algo, a nivel comunidad de vecinos, asociación, partido político, sindicato o lo que sea hay que tomar la iniciativa de denunciarlo pero apuntando soluciones y de esta forma “acallar” a todo aquel que no lo esté haciendo bien o legal. Hay que contrarrestar el mal ajeno con iniciativas de peso y no con griteríos y algarabías que sólo valen para hacer ruido pero sin mostrar alternativas al problemón que nos acompaña y que hace que tanta gente lo pase tan mal.
Recobremos el buen humor, la amabilidad y todos esos valores que nos han caracterizado a este nuestro Pueblo. El Terrible no puede ser calificado de terrible, aunemos fuerzas y conseguiremos resultados para recordar. Si abandonamos en el intento tratarán hasta de quitarnos la cruz y tan sólo hay que respetar las ideas de todo el mundo y no atropellar las de nadie.
¡ A N I M O ¡