De entrada, reconozcamos el carácter relativo de los números cuando hay algo más que el significado aritmético de los dígitos. El valor absoluto de los números se pierde desde el momento en que se analiza o se compara el atributo que sigue a los guarismos. Por eso, es posible que, en la escuela siempre nos insistieran en que no sumásemos peras con manzanas ni con patatas. Claro que ese carácter puro se pierde en cuanto empezamos las multiplicaciones y las divisiones. Por eso en las noches electorales, en vez de fijarnos simplemente en que un 5 es mayor que un 4, tenemos que oír cómo le dan vueltas y vueltas al 4 hasta que resulte ser más importante que su inmediato superior, el 5.
No obstante, el debate puro sobre el valor de los números se agota rápidamente además de ser muy aburrido. El 8, siempre será superior al 7 y a la vez inferior al 9.
Independientemente de lo anterior, al hombre siempre le han atraído las comparaciones entre números cuando se han sumado peras con manzanas, o lo que es lo mismo, cuando al mero símbolo numérico, se añaden connotaciones sociológicas, éticas o de simple debate popular por distintas razones.
Al grano:
En un programa deportivo, oí hace unos días que a un entrenador de fútbol le iban a proponer un contrato que contempla un sueldo anual libre de impuestos de 15 millones de euros. En el contexto futbolero que nos movemos, los millones de euros van y vienen y hablamos y oímos hablar de ellos sin ningún pudor.
Tras oír la noticia, no pude evitar hacer cálculos con los datos que conozco de primera mano: Un profesor de enseñanza secundaria con 11 trienios de antigüedad, es decir, treinta y tres años de servicios y con 5 sexenios de antigüedad, o estadios , que es un invento que la administración usa para no subir los sueldos; con todo eso, gana unos 30.000 euros redondos, libres de impuestos, al año. NI que decir tiene que de ropa, coches de primeras marcas, comidas, viajes, etc, etc, gratis, nada de nada. Se paga hasta los bolis.
Así están las cosas:
Gana 30.000 euros al año.
Gana por tanto, 30.000 x 5 = 150.000 euros en 5 años.
Gana por tanto, 30.000 x 10 = 300.000 euros en diez años.
Gana por tanto, 30.000 x 100 = 3.000.000 de euros en 100 años.
Para ganar los 15 millones que gana el entrenador, él tendría que vivir 500 años
500 años x 30.000 euros al año = 15.000.000 euros
Conclusión: Un año de trabajo de un entrenador de primerísima fila es igual a 500 años de trabajo de un funcionario con oposición y carrera superior o sea, del grupo A.
Otra opción, como 500 son muchos años, mejor tener 5 vidas de a 100 años por vida, para poder ganar lo mismo que ese señor en 1 año.
Hay por tanto una nueva equivalencia:
En un año de vida, el entrenador puede lograr lo que 5 profesores juntos podrían lograr a lo largo de toda su vida siempre que llegasen a vivir 100 años cada uno, y que naciesen profesores y que al jubilarse siguieran cobrando lo mismo, o no se jubilasen nunca.
Nótese que se trata de en 1 año de su vida y que si ese señor renovase durante 10 años ese contrato (y ya debe llevar varios con cifras similares), entonces nuestro profesor tendría que trabajar durante 5.000 años o vivir 50 veces 100 años. Ahora, cada uno puede hacer sus cálculos que, todos sabemos lo que ganamos al mes y todos sabemos multiplicar por 12 y sumar las extras.
Claro está que la responsabilidad que tiene ese señor durante ese año dirigiendo el vestuario de un club de fútbol es mucho mayor e importante que la del profesor que en 500 años de vida docente a 100 alumnos por año, como mínimo, sólo es responsable de buena parte de la educación (compartida claro está con el resto de compañeros y con los padres en los que incluyo al entrenador) de unos 50.000 adolescentes. Eso se puede expresar con nuevas equivalencias:
Sueldo anual de nuestro entrenador = sueldo anual de 500 profesores.
500 profesores podrían hacer funcionar 10 institutos de secundaria.
10 institutos con tamaño medio x 500 alumnos por Instituto = 5.000 alumnos
Otra equivalencia interesante es:
Sueldo anual del entrenador = 1.071 sueldos anuales de personas mileuristas (con dos pagas dobles) de los que todos conocemos alguna
No entraré en ninguna valoración, me he limitado a jugar razonadamente con números. Ahora que cada cual, si lo tiene a bien, reflexione sobre ellos. Sólo apuntaré una obviedad más: el dinero de los impuestos, el de las suscripciones televisivas y el de los hiperprecios de los artículos que anuncian los astros del fútbol, sale del mismo sitio: del bolsillo de cada uno de nosotros.