4 de marzo de 2013 | R.C.G.
Salvando baches
HAGAN USTEDES SUS APUESTAS Y SIGAN APARTANDO EN LA ECONOMÍA DOMÉSTICA EUROS PARA SUSTITUCIÓN DE NEUMÁTICOS Y AMORTIGUADORES
En un lugar no sin mancha, de cuyo nombre me acuerdo a diario, eran famosos los hoyos en todo el trazado urbano como de un campo de golf se tratase. La diferencia con tal radicaba en su proximidad y en la magnitud de los mismos ya que a veces los maltrechos neumáticos que se introducían en ellos perdían la visibilidad por momentos y sólo la recuperaban a punta de amortiguador y a consta del chasis de nuestro vehículo.
Si señor@s-es estamos tratando de hablar de calles de nuestro pueblo que han logrado el grado de innombrables por el deterioro tan espectacular que sufren sin remedio. Lo curioso de todo esto es que la mayor parte de esas cicatrices que asoman en nuestras vías han sido provocadas por la mano humana, y por criterio humano han sido reparadas, inspeccionadas y a veces hasta muy bien cobradas. Si analizamos la mayoría de los baches que sufrimos observamos que previamente estos han sido excavaciones provocadas por el hombre en construcciones, justificadas con un permiso de obras para enlazar una nueva acometida o modificarla, que una vez cobrado han sido NO INSPECCIONADAS por el departamento responsable de nuestra corporación. Por tal motivo y en la mayoría de los casos la recuperación de ese suelo no se hace bajo una estricta supervisión y de ese modo damos lugar a tanto BACHE para fastidiar a locales y foráneos. Existen otros derivados de la propia climatología y del paso del tiempo, puesto que desde pequeñitos no se acometen y pasan a ser verdaderos cráteres intransitables que los utilitarios salvan subiéndose a las aceras con el consiguiente peligro de peatones y viandantes. Para su reparación los empleados de la corporación hasta emplean cascotes de ladrillo y obra en su relleno así como la propia carbonilla de nuestro Cerco tan Contaminado y claro está, su reparación dura lo que un caramelo en la puerta de un colegio. Aún no hemos aprendido a utilizar los instrumentos y la maquinaria adecuada para cada trabajo. ¿Nos falta mano de obra especializada? o ¿sabiduría en los propios jefes de dicho personal para poder mandar los trabajos? Hagan ustedes sus apuestas y sigan apartando en la economía doméstica euros para sustitución de neumáticos y amortiguadores, menos mal que aún nos quedan talleres mecánicos y de neumáticos en el pueblo y un servicio de repuestos fabuloso como es el del torero D. Agustín Castellano Martínez—EL PURI—
Continuemos jugando al golf con nuestros vehículos, haciendo hoyos con sus neumáticos, que ahora están de moda todos los deportes de “pelotas pequeñas” y sigamos subiéndonos a la acera que ya mismo las convertimos en boleras con los peatones.