9 de octubre de 2012 | Antonio M. Carmona
¿Por qué lo llaman rescate cuando en realidad es un secuestro?
Mariano Rajoy no sabe o no contesta, responde pero no dice, afirma pero niega, confunde y se confunde, negocia pero se deja, y abandona a los españoles a un rescate que él mismo ha provocado y que ahora pagaremos todos.
¿Por qué pedimos un rescate? Durante los siete primeros meses de este año han salido capitales de los bancos españoles por valor de 235.375 millones de euros, un tercio de nuestro PIB, mientras que durante el mismo período de 2011, gobernando Zapatero, lejos de salir, entraron 17.689 millones de euros.
¿Qué ha pasado para que desde que gobierna Rajoy haya habido esa fuga de capitales? Las reformas financieras han sido erradas, como ha reconocido Draghi en relación a Bankia (“no se pueden hacer peor las cosas”) y todos los agentes económicos, sociales e institucionales del mundo en relación a la peor política económica que ha tenido nuestro país, provocando una fuga masiva de fondos y ahorradores.
¿Qué ocurre si salen más de doscientos mil millones de euros? Que necesitamos una inyección de liquidez que supla este agujero provocado por una política confusa y contradictoria: el rescate.
¿Qué condiciones nos imponen a cambio de esa inyección de liquidez? Que ingresemos más que gastemos, que no nos endeudemos más, es decir que reduzcamos gastos como las prestaciones por desempleo, jubilaciones sobre las que no responden, educación pública, sanidad pública y servicios sociales.
Por eso el rescate provocado por un gobierno torpe, en realidad, es un secuestro en toda regla.