17 de agosto de 2011 | Noticias Legálitas
·El verano y la vuelta a los 120 km/hora
PARECE BALADÍ RELACIONAR ÚNICAMENTE LA VELOCIDAD CON LA SINIESTRALIDAD
Ante el periodo estival que disfrutamos es de obligado cumplimiento proceder al estudio de la relevancia que conlleva la vuelta a los 120 km/hora. ¿Hay una relación directa en la siniestralidad? Hace escasos días, se publicaban en diversos medios de comunicación, los incrementos alarmantes de la siniestralidad en las carreteras españolas, en comparación con los meses en los que ha estado vigente la restricción a 110 Km/h.
Como resulta lógico, da lugar a dudas vincular exclusivamente la siniestralidad estival con el incremento del límite de velocidad en vías interurbanas. Puesto que, en estas fechas resulta lógico y tangible que se aumentan considerablemente los desplazamientos, el uso de los coches, se descuida el descanso, etc. Además, de que todos aprovechamos estas fechas para visitar nuestros lugares de origen o simplemente, para hacer turismo, por lo que se hace más uso de esas carreteras secundarias de doble sentido que multiplican por veinte el riesgo de sufrir un accidente, a lo que debemos añadir que multiplicamos los traslados entre municipios de reducidas dimensión, etc.
Todo ello, explica que pueda incrementarse la siniestralidad durante este verano y que, no se encuentre íntimamente vinculado al aumento del límite de velocidad a 120 km/h. Que, por otro lado, debemos recordar que no es nuevo y que, fue rebajado durante tres meses por un motivo meramente económico que, en ningún caso se basó en un principio de seguridad vial, tal y como debiera haberse dispuesto.
Paralelamente, debemos resaltar que, en los trayectos cortos y en carreteras secundarias se producen siete de cada diez accidentes mortales, donde dichas carreteras no se encuentran afectadas por la modificación del límite de velocidad de 120Km/h. Poniendo especial atención en el colectivo de los motoristas quienes sufren numerosas pérdidas, causadas en carreteras secundarias, por salidas de vía, en fin de semana y conduciendo motos de más de 500 centímetros cúbicos.
De hecho, debemos poner especial atención en que la velocidad afecta al 40 % de los accidentes mortales. Es decir, más de la mitad de los accidentes de circulación son generados por factores ajenos a la velocidad, tales como el mal estado de la carretera, del vehículo, las distracciones, la impericia, la negligencia, el alcohol, etc.
Finalmente, concluimos que parece baladí relacionar únicamente la velocidad con la siniestralidad, puesto que, con este tipo de conclusiones dejamos a un lado muchos factores de riesgo que dificultan diariamente la finalidad que todos buscamos y, que no es otra, que la seguridad vial.