26 de mayo de 2011 | LMG
Hasta pronto amigo
ESE GRAN CORAZÓN QUE HA SIDO ZANCADILLEADO POR LA IGNORANCIA DE MUCHOS

José Ignacio Expósito Prats, aquel hombre que nos enseñó a luchar, que nos brindó su mano en cualquier momento, que siempre disponía una sonrisa para los demás.
Hablo de él con sentimiento de pérdida, y no puedo evitarlo por más que intento, ya que para mí, como supongo que para los demás miembros de esta familia, saber que torceremos la mirada a la derecha de la puerta de la alcaldía y no nos encontraremos su alegre y trabajador semblante, es una gran derrota.
Pero no, no quiero transmitir nostalgia, él dio felicidad y fuerzas, quiero agradecérselo con palabras y un efecto lo más parecido a lo que dejó.
De hecho, deberíamos agradecerle ser la persona que gustaba escuchar, ese prójimo que luchaba por algo mejor, ese quien al que todos recurrimos cuando lo necesitamos, ese alguien que trabajaba por y para una razón, ese gran corazón que ha sido zancadilleado por la ignorancia de muchos, el mismo alma que en su momento calló gran parte de ese público con hechos ensordecedores y no palabras ni promesas, esa persona que tiene el don de seguir adelante y que en un futuro llegará con más fuerzas que nunca para volver a levantarse con la cabeza bien alta y ganas de destronar a la muchedumbre que se le opone.
No es cuestión de política, ni de compromiso, ni siquiera algo laboral, es cuestión de reconocer principios de un corazón indomable. Muchos se preguntarán quién es, otra parte quién fue y los que estaremos a su lado quién será, y aunque no es sencillo responder puedo hacerlo de forma efímera y simple;
Para algunos ineptos es Señor Expósito, el número dos.
Para algunos desagradecidos, “el otro”, el Teniente Alcalde.
Y para personas que hemos tenido el gusto de conocerle, José Ignacio a secas, un enorme amigo.
Gracias por estos años y te esperamos!