12 de noviembre de 2010 | Daniel Solano Sújar (Infoguadiato)
Aquellos recuerdos cinematográficos
CUANDO ENTRABA EN ALGUNOS DE ESTOS CINES CON AQUELLOS DECORADOS, ME RECORDABA MI CINE DE INVIERNO

Los que tuvimos aquella suerte maravillosa de poder ver en directo esas grandes filmaciones en nuestros pueblos, aquellas películas que nos venían a través del tren correo en aquél saco de lona con aquellas latas, que pesaban una “JARTÁ”. Digo que pesaban, porque mas de una vez las tuve que ir a recoger a la estación de ferrocarril de la “ancha”, con mi Jefe el mudo ANICETO, para proyectarlas en feria en aquél inolvidable cine de verano el GRAN CAPITÁN, EL CINE DE ABAJO, también había otro cine de verano en la calle Aduana llamado , el cine del Gallo, y CINE DE ARRIBA, eran tiempos buenísimos, seguramente todo el mundo de mi edad esa etapa la recuerdan constantemente, pudimos ver grandes proyecciones y también mas tarde en CINEMASCOPE, fueron algunos años antes de emigrar a esta ciudad de Madrid, pero ese tiempo se quedó grabado para toda mi vida y fue muy positivo, porque adquirí una cultura cinematográfica y en esta ciudad en esa GRAN VÍA MADRILEÑA Y ESTA SEMANA LLAMADA EN ALGUNOS MEDIOS DE COMUNICAICÓN. COMO “BRODGUAY pude ver esos estupendo cines, como CINE CAPITOL, PALACIO DE LA MÚSICA, PALACIO DE LA PRENSA , CINE CALLAO, LOPE DE VEGA, CINE DE ARTE Y ENSAYO, toda esa calle llena de cines y teatros, era una delicia ver esas grandes colas en las taquillas horas antes de abrir las puertas, hoy con la nueva tecnologías y las nuevas diversiones, la juventud mira para otro lado, también hay que decir que los precios han subido una barbaridad y esto se ha dejado notar en esa exclusión.
Cuando entraba en algunos de estos cines con aquellos decorados, me recordaba mi CINE DE INVIERNO, en la calle el Santo, hoy un gran supermercado, se nos fue, se nos fue algo que fue especial, pero que muy especial para Belmez, ese cine-teatro, con cuatro escalones de subida, las taquillas en ambos lados, con una puerta doble de entrada, donde mi Aniceto y el hombre multiuso que trabajó lo indecible por esos cines de GALLARDO, ANGEL QUINTANA, portero acomodador, operador, lo hacía todo, ahí estaba cortando entradas y haciendo de todo, una vez pasado la puerta principal, te encontrabas con una sala de fumadores y un “AMBIGÚ”, con una repostería buenísima, tres puertas con unas cortinas burdeos, dentro de esa sala de fumadores había una vitrina donde estaba una figura especial de GONZALO FERNÀNDEZ DE CÓRDOBA EL GRAN CAPITÁN, montado en ese caballo negro, impresionante, en un extremo había una vitrina donde se ponía las películas próximas a estrenar en este cine. En ambos extremos de la mencionada sala, había una escalera en los dos lados que marcaban los servicios públicos de mujeres y hombres.
Una vez pasado esas cortinas nos adentramos en la sala central con tres pasillos, el central y los laterales, asiento muy confortables, de una mezcla de madera y otro material, pero muy acogedores, una vez sentados no molestabas a nadie, el desnivel perfecto y la pantalla grandísima la veías muy bien de cualquier lado del cine, en la paredes había unos tapices de varios colores y unos apliques , puntos de luz, que se encendían en los descansos, donde la gente acudía a fumar y al baño. Este cine tenia un anfiteatro muy recogido y una platea maravillosa, en el centro la cabina de proyección, ahí Pedro Criado y Angel Quintana, trabajando con aquellas maquinas OSSA-I Y OSSA-II, que iban con aquellos carbones, y la bobinadora donde se iban recogiendo el celuloide, mientras las películas se iban proyectando, había que trabajar mucho, películas larguísimas y dobles casi todos los días, además de aquellas películas de infantil de tarde.
Bueno, esto es un pequeño recuerdo con mucho cariño a esos cines de verano e invierno que en nuestros pueblos sirvió, para muchos….. hacer amigos, enamorarse, etc.et., nunca olvidaremos aquellos teatros de las monjas, genial y genial, Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo, tuvieron esa gran suerte de tener esa cultura cinematográfica, cuantas veces me fui entrañables maquinillas, para ver esos estrenos en el cine Zorrilla, Cine Cervantes, Cine Andalucía, Cine ROMERO, Cine Monti en Peñarroya- Cine Ideal de verano, muchísimos locales donde el espacio y la tertulia era un verdadero placer, antes de terminar quiero hacer un reconocimiento a todas esas personas que apostaron y trabajaron lo suyo por el mantenimiento de esas salas de cine y en especial con mucho cariño a mi Jefe ANICETO EL MUDO Y ANGEL QUINTANA, que desde su lugar de residencia, Igualada,(Barcelona), nunca se olvidó de sus raíces y amigos, a todos gracias por ese trabajo tan digno que nos permitió sentir el cine mas de cerca.