7 de junio de 2023 | Francisco Nieto Rueda
El cortijo público
Desgraciadamente, en mi humilde opinión esto es así en casi todos los casos y niveles. Un insigne político del que no recuerdo su identidad, dijo: “El dinero público no es de nadie” y esto es lo que parece o conviene que así sea. Además, debe llevarse a cabo, en todos los ámbitos y estamentos.
Esto es lo que ocurre con las empresas públicas derivadas de Excmas. Diputaciones, Juntas Autonómicas, etc... Estas empresas han sido creadas por los políticos para convertirlas en el “retiro honroso” de ellos o el refugio para vivir dignamente, y cuando digo dignamente quiero decir a cuerpo de rey, solucionando cuando menos su futuro inmediato (4 años) económicamente, viviendo del erario público. Que no es de nadie, o al menos nadie lo reclama, a menudo y siempre más de lo deseable, estas empresas, se convierten en “Cortijo” de avispados que campan a sus anchas haciendo lo que se les pasa por el forro de los caprichos por ser serviles vasallos del político incompetente de turno, que ha olvidado que su misión es el servicio público y no, servirse de lo público. Que es, a lo que les lleva su incompetencia y conscientes de ello, fichan a algún desalmado que les cuida el “cortijo” y se limitan a vivir cómodamente o todo lo más, preocupándose de las próximas elecciones y que el filón no se agote.
Como dije antes, esto ocurre en casi la totalidad de las empresas públicas y EPREMASA, no solo es una de ellas, está a la vanguardia de estos “Cementerios de elefantes”. Desde su creación, no solo sirvió de refugio de políticos fracasados en su momento, premiándoles con el consabido retiro digno. Además, estos insignes políticos, la transformaron en óptima agencia de colocación de parientes y compadres pasando por encima de la normativa de contratación pública. No deja de hacerme gracia que luego en la página Web de la misma se permitan la desfachatez de colgar códigos de buena conducta. A los que se rasgan las vestiduras, este humilde escribiente, les puede proporcionar una serie de datos y nombres que por su coincidencia y parentesco despejan toda duda en el asunto. Los que han vivido en esta santa casa, no los necesitan, lo saben de primera mano.
Es lo que tiene la “digitalización” de los cargos. Es decir, los nombramientos a dedo, lo que en mi pueblo se llama vulgarmente compadreo político.
¿Por qué, seguimos instalados en la creencia del que tiene padrino…?
Fácil, si no tienes “padrino”, en esta institución no eres nadie, no te queda más que callar, trabajar y tragar. O tragas, o a las primeras de cambio estás en la calle, sin el más mínimo miramiento y siempre bordeando la ilegalidad.
Para eso ha sido contratado y dejado suelto el “guarda del cortijo”, que luego se jacta de ello. A los hechos recientes me remito. Además, este desalmado cuya misión principal es hacerle el caldo gordo a los “gerifaltes” y agradecer el favor político de su readmisión en tiempos pasados. No conoce ni la dignidad, ni los límites de su egocentrismo y ha implantado con la aquiescencia de los políticos, la ley del terror en esta empresa.
Han sido infructuosos todos los intentos por destapar esta corruptela. Tienen constancia de su existencia todos y cada uno de los partidos políticos que forman el Pleno de la Excma. Diputación, todo son buenas palabras, pero en la realidad todos callan. A lo máximo que ha llegado uno de los partidos de la oposición, ha sido que uno de sus diputados acompañó a los juzgados a una de las víctimas de esta corruptela. A la que pagaron debidamente, el dinero público no es de nadie, para que se mantuviera callada y así “el guarda del cortijo” culminó su venganza personal. Seguramente, que si en vez de pagar con dinero público, del que nadie pide cuentas convenientemente, hubiese tenido que pagar de su bolsillo. No habría despedido a nadie tan alegremente.