Como muy bien decía Abraham Lincoln, “Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”, y ese momento ha llegado para los ciudadanos de Peñarroya Pvo., que tienen todo el derecho a conocer qué viene ocurriendo en nuestro ayuntamiento.
Acaba de celebrarse hoy un juicio en los juzgados de Córdoba, donde el juez ha intervenido para poner los puntos sobre las íes a nuestro ayuntamiento, o a quien corresponda, como responsable directo de los hechos acaecidos contra una de las personas más queridas, responsable y cercana a los ciudadanos, me estoy refiriendo a Víctor Pedregosa, concejal del PSOE.
Hagamos un recorrido de los acontecimientos para conocimiento de los ciudadanos, analizando la trayectoria durante el mandato de nuestro actual alcalde.
-Elecciones municipales de 2,015: los ciudadanos otorgan al PSOE 2,063 votos, gobierna con el apoyo de IU, y a Víctor Pedregosa se le asignan las concejalías de Juventud, Deportes, Festejos y Mercados, donde pone de manifiesto su gran capacidad de gestión.
-Elecciones municipales de 2.019: el PSOE es el partido ganador, pero pierde un gran número de votos en relación con las anteriores elecciones, sólo saca 1,862 votos. A Víctor Pedregosa se le asignan las delegaciones de Obras, Parques y Jardines, Cementerios, Servicios Municipales y Caminos, donde pone de manifiesto su gran capacidad de trabajo y de empatía con los ciudadanos.
Y, a pesar de todo, el alcalde, con una actitud dictatorial inconcebible en nuestro tiempo, lo destituye de todos sus cargos, intentando dejarlo de convidado de piedra en todos los asuntos relacionados con la gestión municipal. ¿Cómo ocurrió esto?, ¿qué estrategia usó?, ¿por qué actuó de esa forma tan dictatorial?, él solo lo sabe, a nadie rinde cuentas de su actuar.
De todos es conocido cómo todos los concejales tienen una asignación económica por la asistencia a los Plenos del ayuntamiento. En el pleno del junio del 2,019, además del reparto de concejalías y la aprobación del sueldo del alcalde y del primer teniente alcalde, se ratifica la cuantía de 250 euros mensuales a cada concejal por la asistencia a los plenos. El sueldo del alcalde, conocido también por todos, es de 39.998,96 euros, mientras el del primer teniente alcalde queda fijado en 22.513, 26 euros, ambos brutos.
Pero como reza el refrán, “la dicha en la casa del pobre dura poco”, y sólo bastaron unos meses para que el alcalde destituyese de todos sus cargos al concejal Víctor Pedregosa. Pero no queda sólo en la destitución, abusando de su poder le retira, desde agosto de 2.019, la asignación mensual por asistencia a los plenos.
Ante estos hechos, y otros muchos que no voy a enumerar ahora, los militantes de la agrupación local del PSOE, reunidos en asamblea, eligen a Víctor Pedregosa como Secretario General, en un afán de recuperar la esencia de la ideología socialista y apartar a la persona que, según la mayoría de militantes, es perjudicial tanto para los ciudadanos como para el Partido.
Y a Víctor, ante esta situación sólo le queda un camino: ponerlo en manos de la justicia, la única que puede poner freno a tanto desatino y desacato injusto por parte de este alcalde. Me consta que Víctor ha intentado en reiteradas ocasiones llegar a un entendimiento, a un acuerdo con nuestro alcalde para solucionar y poner punto final a esta situación, pero nunca encontró acogida ni respuesta a su situación.
Ante la denuncia, ¿cómo reacciona nuestro alcalde?, contratando los servicios de una abogada local, a la cual debe pagar, como es lógico, cuando podía haberse acogido a los servicios jurídicos de la Diputación, que son gratuitos, y no cargar al ayuntamiento con estos gastos. Aunque, por un rasgo de honradez, los gastos ocasionados por este juicio, de abogada y de indemnización a la parte demandante, deberían salir del bolsillo del alcalde, como responsable de todo lo ocurrido, y no salir de las arcas del ayuntamiento que es dinero público.
Por favor, Sr. Alcalde, ¡MÁRCHESE!, no haga más daño a los ciudadanos de un pueblo que sigue agonizando día a día y por el que no ha hecho nada para su resurgimiento. Hágalo también por el bien de su partido al que lo único que aporta es una pérdida de credibilidad y de votos en las próximas municipales. Piense, aunque sólo sea por una vez, que “cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Deje a un lado sus intereses personales para velar por los de todo el pueblo.