Quería dar las gracias a todas/os los presentes en el acto tan emotivo que tuve el pasado 8 de marzo en la casa de la cultura por el día de la mujer trabajadora.

En primer lugar quiero dar las gracias de corazón al alcalde José Ignacio Expósito y a María Dolores Becerra concejal del área de igualdad así como a todas las formaciones políticas que conforman la corporación del Excelentísimo Ayuntamiento de Peñarroya Pueblonuevo que estuvieron en el acto y que me apoyaron en el pleno para poder sacar adelante esta iniciativa que espero que no se pierda en los próximos años porque engloba lo que toda mujer pueda tener: trabajo, constancia y sacrificio.

Aunque no nací en este pueblo, porque nací en el Viso del Alcor (Sevilla), llevo más de sesenta años en este bendito pueblo minero desde los catorce años, llegué procedente de Nerva (Huelva) junto a mis padres y mis tres hermanos, mis padres montaron la primera tienda en la calle Marina número once detrás de la ermita de la Virgen del Rosario de Peñarroya actualmente hay una cochera.

Por circunstancias de la vida no pude ir a la escuela, llevo trabajando desde muy pequeña y aunque podía estar jubilada hace ya diez años, tengo a día de hoy intacta la ilusión por seguir trabajando y poder abrir todos los días del año mis puertas para dar todo lo mejor de mí a todos los vecinos y vecinas de mi pueblo.

Tengo que decir, que aguantaré hasta que mi cuerpo no pueda más y el día que no pueda subir las escaleras de mi casa, ese día dejaré de trabajar.

estoy muy agradecida a mis clientes y clientas, todo lo que yo tengo es gracias a mi Peñarroya-Pueblonuevo que nunca me han fallado, desde mi Peñarroya, hasta La Guita y La Gotera, Pueblonuevo, El Cerro, Los Cuarteles, en general todos los rincones y barriadas de este pueblo.

no me puedo tampoco olvidar a todos los paisanos y paisanas que viven fuera del pueblo que año tras año vienen a mi tienda en ferias y fiestas, así como a todos mis clientes de los pueblos de alrededor y de todos los puntos de España y Extranjero.

Antes de finalizar, y mirando hacia atrás quisiera compartir este homenaje con todas las compañeras de profesión que me acompañaron durante los treinta y seis años que estuve en el mercado de abastos y que igual que yo son merecedoras de este homenaje.

igualmente quiero agradecer a mi familia que estuvo allí conmigo en el homenaje, a mi hermana Lina, a mis cuatro sobrinos y a mis dos sobrinas; Manolo, Arturo, Christian, Sergio, Yasmina y Blanca, a mis dos sobrinos nietos; Otto y Paula y a la pareja y a su hijo amigos de mis sobrino; Carlos, Ana Belén y Carlos chico, así como a todas aquellas personas que me acompañan en el día a día, ese apoyo incondicional que me aportan, y por el aguante que han tenido conmigo por no haber podido disfrutar más de la vida con ellos, pero sobre todo agradecer el haberme dado la libertad para hacer lo que más me ha gustado en la vida, que es vender.

Muchas gracias a todos y todas por haberme sentido en el homenaje la mujer más feliz del mundo.
Atte. Rosario Cintas Campillo. (La Rosario)