28 de octubre de 2019 | Víctor Jurado Villa
Sobre las obras de plaza Santa Bárbara
Sus causas y posibilidades perdidas
Creo que mi contento y desilusión corrían parejo al ver el comienzo de las obras y su organización.
La culminación de las mismas en cuanto a fecha no la sabemos, pero si las causas más remotas de proyectar, organizar y realizar este tipo de obras que aunque no son simples, yo las intuyo como falta de planeamiento, seguimiento, dirección, mando y oficio… aunque no del personal a pie de obra. ¡¡Con peores barros se han hecho catedrales!!.
Esto es como cuando en un alumbramiento te encuentras con alguna sorpresa irreparable.
Pues bien Srs. Responsables de estas obras, Uds. han perdido también la ocasión para la historia de poder hacer algo emblemático en este pueblo, que no sea dar palos de ciego entre chimeneas ruinosas sombreadas en tierra “contaminada”.
Cuando la ciudadanía pasea por las zonas, ya habilitadas al público, los más asiduos al llano, se encargan de ponerte en suerte, para la crítica, así lo he podido comprobar con sus epítetos.
Dada mi profesión, constructor y promotor jubilado, me considero capacitado para emitir mi opinión y mi crítica constructiva sin ánimo de herir a nadie. También, como no, en defensa de mi oficio y de tantos otros que este pueblo ha sido exportador.
Entrando en materia me hago las siguientes preguntas:
- ¿Se podría haber sometido el proyecto a la opinión pública con una exposición de planos, posible maqueta y elección de materiales a emplear?
- ¿Se podrían haber delimitado las zonas verdes con otros materiales y forma? (Sin sobrepasar el margen legal que toda obra tiene)
- ¿Se podría haber intercalado en los adoquines otros colores, otros materiales más nobles haciendo cenefas… algún dibujo alegórico… algo con un “pelín” de arte?
- ¿Se podrían haber evitado los horribles encuentros entre distintos materiales? (Sólo la acera de los taxis pone en entredicho la capacidad profesional y de aguante de todo el gremio de este pueblo).
- ¿Se podrían haber evitado las ondulaciones en el pavimento de adoquines, los bordillos a caballo sobre fábrica de ladrillos, los imbornales mal situados, charcos debajo de los asientos y tantas otras cosas?
- ¿Se podrían haber evitado muchas de estas preguntas con un buen “Maestro de la Villa” a pie de obra? (Figura ya inexistente… Antes si… ahora no)
En el capítulo de peticiones (lo pueden tomar como quieran… hasta de forma jocosa o irónica). ¿Se podría haber hecho una calle de los famosos, al estilo de Los Ángeles? donde gente meritoria del lugar plantasen sus huellas en cemento fresco para la posteridad. ¡Eso sí! Empezando por las callosas manos de los intervinientes en la Marcha Negra, que para eso, defendiendo los intereses del pueblo se sacrificaron por todos, de ahí su meritoria mención con una placa y calle en nuestro “Llano”.
Sobre jardinería y alumbrado, aun sin terminar, no me pronuncio.
Creo que la causa remota de tanto desaguisado que provocan muchos ayuntamientos es que no miran atrás, al tiempo, que intentan gobernar el presente y que ignoran y olvidan a los ciudadanos, a los profesionales que ordenan el espacio para la convivencia y a los que hacen posible el bienestar social.
Antiguamente cuando se hacían reformas en las casas, aprovechaban la ocasión para dar reuniones y bailes dando lustre a los suelos. Aquí se podría hacer algo parecido con una edición extraordinaria de “A pico y pala” cultural.
Y aquí me quedo…
Octubre de 2019
En defensa del gremio: Víctor Jurado Villa