Me decido a escribir estas líneas a pesar de no tener experiencia como escritor, pero llevo esto dentro y lo quiero expresar.
Quiero ensalzar a lo más alto a todas las personas empleadas y trabajadoras de la Residencia de Mayores Santa Bárbara.
Cada una en su misión, en la forma que tienen de tratar a todas las personas que están en el centro, hombres y mujeres, en la profesionalidad y el cariño con el que tratan a los mayores al hacer su trabajo y sin hacer distinción alguna.
Con su buen trato, comprensión, amabilidad, entre otros calificativos, hacen que los mayores se sientan útiles, implicados, participando en todas las actividades que hacen desde el centro, algo que llena a las familias de satisfacción al ver que sus padres, madres o hermanos reciben un trato a la vez de profesional, afectuoso.
Cuando llega el duro momento de tomar la decisión de llevar a una persona a una residencia de mayores, en la mayoría de los casos resulta una decisión traumática, al pensar que de cierta manera estás abandonando a esa persona, pero con el paso de los días te das cuenta que la decisión es la correcta, en este centro se sienten cuidados, amados, entablan nuevas amistades, pueden salir, entrar, con total libertad.
Por todo esto sólo me queda dar las gracias a toda esa gran familia que forman los trabajadores de la Residencia Santa Bárbara y animarles a que sigan igual, las familias se lo agradeceremos eternamente.