Habrá que enterarse si al ministro de Fomento de le agrada más que le llamen José Blanco, Pepe o Pepiño, como pusieron de moda muchos de sus paisanos gallegos cuando el también vicesecretario general del PSOE empezó a mandar mucho en su partido y en el país. Blanco, locuaz como pocos, no ha dejado indiferente a casi nadie cuando hace apenas unos días pidió una reflexión sobre la existencia de las diputaciones. Desconozco si era, o no, una estrategia para desviar la atención de la actualidad política hacia otro lado, pero lo cierto es que las reacciones se sucedieron de inmediato y que presidentes de instituciones provinciales tanto del PSOE como del PP de toda España salieron a la palestra a defender la vigencia, legalidad e incluso necesidad de las diputaciones provinciales.
Los legisladores verán si es posible la supresión de estos entes o si por contra son esenciales para los municipios, pero lo que está claro que el hábil Pepiño Blanco ha espabilado a las diputaciones y a los muchos que bajo su paraguas llevan años viviendo del cuento. Hay quien dice en el PSOE que el apunte del ministro Blanco iba más enfocado hacia la necesidad de que las administraciones provinciales reduzcan sus gastos que a abrir el debate sobre la necesidad de la existencia de las diputaciones.
Si esa era la intención de Pepiño, en el caso de Córdoba puede haber pinchado en hueso, porque de austeridad es de lo que parece que el presidente de nuestra Diputación, Francisco Pulido, quiere hacer gala de cara al futuro. Así, el de Almedinilla llevará en unos días a la Cámara provincial una serie de medidas que prevén un ahorro que superará sobradamente los 2,54 millones de euros entre junio de 2010 y diciembre de 2011. Así, con la aplicación del Decreto del Gobierno sobre ajustes en la Administración, en la plantilla de personal funcionario y laboral al servicio de la institución provincial se tiene previsto generar un ahorro de 895.337 euros en este ejercicio y 1,35 millones el año que viene, con lo que la reducción de retribuciones arroja un 5% de media. Respecto a lo que reciben los miembros de la Corporación, las nóminas bajarán entre el 7 y el 8%, incluidas las asistencias a plenos y comisiones para los diputados provinciales no liberados.