21 de marzo de 2016 | David Vázquez Gómez
El futuro del andalucismo

Es el sueño del ideal andaluz,el que piensa en libertad y confiesa su sentimiento más puro hacia su tierra sin catalogarse ni vacilar sobre condiciones impuestas.Más allá de luchas intestinas tenemos el deber actual de identificarnos de nuevo políticamente sin olvidar nuestro pasado pero mirando al futuro con ambición. La sociedad andaluza, sabia por excelencia por más que la ridiculicen, se posiciona siempre sin radicalismos avanzando en pos de la humanidad ya que su principal sentido universal le hace ser progresista, en defensa de las personas,sus libertades y sus derechos. El liberalismo clásico y social les ha llevado a rechazar en muchas ocasiones lo conservador y sectario, sin embargo, en las últimas décadas el andalucismo se ha dejado llevar por minorías embaucadoras que de nada tienen que ver con lo andaluz.Por este motivo tiene que volver a surgir con más fuerza un andalucismo que no excluya a nadie que de buena fe quiera contribuir al interés general. Nacionalistas,federalistas,autonomistas o regionalistas deben unirse sin vertientes deshechas de separatismos o centralismos que sólo busquen dividir o alejar a los ciudadanos de sus democracias.
Andalucía supera con creces sus fronteras,ha demostrado su carácter integrador y espíritu plural albergando infinitas culturas y filosofías que han calado en nuestras vidas diarias, que nos han hecho superar vanos conceptos de nación excluyente al recoger inquietudes y pensamientos de muy diferentes lugares para aplicarlos en políticas de mayoría,la cual manda y ordena.
Los tiempos que vienen ya no pueden ser intervencionistas ,ni dictaduras o falsas democracias, Internet le ha dado a los pueblos la oportunidad de estar cada vez más informados de lo que ocurre dentro y fuera de sus países a pesar de la manipulación de algunos medios de comunicación que rinden pleitesía a poderes fácticos cada vez más nerviosos de ser desbancados de lo público.Las sociedades modernas compiten por ser las más democráticas posibles y es por ello que nos admiran en países retrógrados donde no dejan prosperar a sus pueblos simplemente por el miedo a perder el privilegio que les da el poder porque ha pasado a ser su vil forma de vida. Andalucía necesita de políticas propias que representen a todos los andaluces y no de un servilismo estructural que siga trayendo más retroceso económico y social encubierto por aquellos que un día se apropiaron de ser la voz de Andalucía.