Hace una semana, tal día como hoy martes, los medios de comunicación se hicieron eco de una noticia. Concrétamente, la televisión pública andaluza nos mostraba unas imágenes con declaraciones de la presidenta de la Junta de Andalucía muy sensibilizada, al borde de las lágrimas, al oír cantar Santa Bárbara Bendita a unos mineros extremeños. El periódico Córdoba, al día siguiente, publicaba una reseña donde se hacía referencia a tal noticia, que encabezaba así: Susana Díaz se solidariza con los mineros de Monesterio. Junto con el presidente extremeño, aseguró que la firma que explota la mina Aguablanca no tiene motivos para cerrarla y despedir a 400 mineros. Visitó a los mineros para solidarizarse con ellos, con los familiares y vecinos del pueblo tan dependientes de la mina.
Nos gustó esa solidaridad de nuestra presidenta, su sensibilidad con la lucha de esos mineros que ojalá consigan su propósito de evitar el cierre.
Pero parece ser que esta Maruxina, no es tan solidaria ni sensible con las camisas rojas de la sangre de los compañeros andaluces de Peñarroya- Pueblonuevo y el Guadiato, ni de sus cabezas rotas por los costeros de la desesperanza y por los barrenos del desempleo, ni de los entierros diarios de su despoblamiento.

Si Susana, la Junta, cuando en 2011 el gobierno dejó sin efecto las ayudas que nos correspondían del Plan de la Minería 2006/2012 contempladas en el RD/808/2006, calló. 22 millones Susana, para el Guadiato y 14 para Peñarroya.
Asturias, Susana, su gobierno, presentó una demanda contra el gobierno, para que se le devolvieran estos fondos y la han ganado. La Junta no ha presentado nada, calla.
De los proyectos presentados y aprobados por el Plan de la minería, de los cuales la Junta tenía que aportar el 25% no sabemos nada, Susana. Sólo se escucha el silencio del discurrir del tiempo.
Y del tercer plan de la minería que desde la Junta, pensamos se debería estar luchando por él, para que lleguen ayudas, seguramente ni habrás oído hablar de él, ni por supuesto tu Consejero, como si no fuera nuestro, como si no fuéramos andaluces. Que mala sensación Susana.
Así es Maruxina, lloraste en Monesterio apoyando a los compañeros extremeños y no tiemblas de rabia por la situación de las poblaciones andaluzas del carbón que como tú bien sabes cerraron sus pozos y fueron castigados con el olvido, como si ya no tuvieran suficiente lacra.Que lejos de Andalucía estás Susana.