Las fatídicas predicciones meteorológicas previstas para el Viernes Santo se cumplían, presentándose un 29 de Marzo nublado y lluvioso que troncaría las salidas procesionales de las hermandades que hacen su estación de penitencia durante este día.
La Ermita de la Caridad, sede de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Ntra. Sra. de Gracia y de la Amargura, tras decidir suspender su salida, abría sus puertas, accediendo a su interior los mellarienses deseosos de visitar a sus titulares, realizándose el rezo del Santo Rosario intercalado con marchas procesionales interpretadas por la Banda Municipal de Música tan tradicionales en esta cofradía como la saeta, y la salve a la Virgen, cantadas por las voces del coro de la cofradía.
Los capataces del paso de Cristo y del paso de Virgen recibieron de manos de la Junta Directiva sendas placas en reconocimiento a la buena labor y constancia durante décadas dirigiendo a sus cuadrillas cada tarde de Viernes Santo.
Una lluvia de saetas, y la interpretación de distintas marchas a cuyos sones eran mecidos los pasos, así como los clamorosos vivas a los Sagrados Titulares y a sus cuadrillas de costaleros, cerraban este emotivo acto, quedando abiertas las puertas del templo durante algunas horas más.
Por otra parte, la Junta de Gobierno de la cofradía del Santo Entierro y Ntra. Sra. de los Dolores también decidía no realizar su estación de penitencia a las 11.30 h ante la amenaza de lluvia, aprovechando las dimensiones de la Iglesia Parroquial de “Ntra. Sra. del Castillo” y realizándose un pequeño recorrido en su interior envuelto en una inmensa nube de incienso, acompañado por los magistrales sones de la Banda Municipal de Música interpretando marchas fúnebres, interrumpidos por alguna que otra saeta, en un ambiente de recogimiento y oración.