Todo hacía indicar, tras las pocas o muchas protestas de los usuarios, según se quieran oír, incluso con recogida de firmas, unido a las quejas oficiales de los empresarios, que el tramo de la conocida como “Ronda Sur” de la calle Sol casi al completo, iba a estar diseñado de acuerdo a la necesidad de aparcamientos en la zona debido al estrechamiento que existe en la misma. Hay que tener en cuenta, que debido a las diferentes empresas y establecimientos de todo tipo que hay en dicho tramo, el flujo de vehículos que utilizan los aparcamientos cercanos, superan los cuatrocientos al día. Negocios que durante el tiempo que ha durado la obra hasta el momento –aun le queda echar la capa de asfalto-, han visto como bajaba y mucho el volumen de ventas, aparte de ver como las cargas y descargas de usuarios y mercancías, que son muchas en horas laborales, las deberán hacer, de forma casi furtiva, para no obstaculizar excesivamente la circulación.
A bote pronto y sin entrar en detalles que alargarían mucho esta columna, según el proyecto, en la acera de la derecha dirección Belmez, desde el antiguo recauchutado junto al hotel Sol, hasta el Bar Gimnasio, iba toda una fila de aparcamientos en batería, pero no contaban con que ese ancho terreno sin edificar junto a la carretera, no era sólo del MOPU, una cierta cantidad de metros cuadrados frente a las fachadas, tienes dueño y estos se han negado a que allí se haga algo sin antes negociar con ellos, lo que ha provocado que desaparezcan dichos aparcamientos y la zona se quede huérfana de ellos y lo que es peor, muy necesitada, por el trasiego diario mencionado al principio.
Visto lo visto, lo que no tiene ningún sentido es que desde el antiguo recauchutado, hasta la Casa de la Juventud y en ambos lados, hayan consumado el proyecto tal cual está redactado en algún lejano despacho, en lugar de adaptarlo a las evidentes necesidades de la zona. Y lo que ha sentado peor, han mantenido los alcorques de los árboles en lugares que cuando estos crezcan, si es que llegamos a verlo, serán un estorbo para la circulación al meterse sus ramas en la calzada y para los propios vecinos, al estar plantados en una zona que no hacen ningún bien, al contrario, estorban y mucho, a las propias viviendas y al paso de peatones.
Lo correcto, bajo el punto vista de la gran mayoría de los usuarios que sufrimos a diario la falta de aparcamiento en la zona, hubiera sido haber dejado un espacio para poder aparcar en línea, en una u otra hacera, sacrificando, eso sí, el espacio dedicado a los arbolitos.