La Cruz de la Juventud, concluyó su tránsito por la provincia de Córdoba en el Guadiato, concretamente en la localidad de Peñarroya Pueblonuevo, tercera y última etapa tras haber pasado por la Subbética y por Los Pedroches.
Construida por el Papa Juan Pablo II y siempre hace el recorrido que a va visitar el Sumo Pontífice, en este caso Benedicto XVI, tiene previsto visitar España el próximo mes de agosto.
La jornada comenzó en la residencia de mayores Santa Bárbara, a laque se desplazaron los más de trescientos escolares con los que cuenta el colegio Presentación de María, que fueron los encargados de trasladar la cruz hasta las instalaciones del centro.
Los pequeños se fueron sucediendo en el transporte de la cruz hasta llegar al centro, que a su vez fueron acompañados durante todo el recorrido por el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y por los párrocos de las iglesias de los distintos municipios del Guadiato.
La Cruz de la Juventud estuvo en las instalaciones del centro educativo hasta las cuatro de la tarde, momento en el que fue trasladada a la parroquia de Santa Bárbara, desde donde partió hasta  Espiel, que ha realizado un Víalucis por las calles del pueblo, engalanado con altares y balconeras. Despues ya en Córdoba, continuó su recorrido por las calles haciendo una breve parada en la Capilla del Colegio Santa Victoria, abarrotada de niños y jóvenes gozosos por la presencia de la Cruz en su colegio. Después de una liturgia de la Palabra, el acto ha finalizado con un canto para la Virgen, preparado por alumnos.
Una vez concluido el acto, los seminaristas han portado la Cruz hasta la parroquia de La Compañía, donde la esperaba el Sr. Obispo. Cientos de fieles llenaban las naves del templo para participar en la celebración Eucarística.
La Cruz ha permanecido en adoración en el Monasterio de Santa Ana por las Madres Carmelitas durante toda la noche. Hoy comenzará la jornada con la participación de todos los colegios religiosos de la capital.
La Cruz de la Juventud o Cruz de los Jóvenes es una cruz de madera de 3,8 m de altura entregada a los jóvenes por Juan Pablo II en la jornada de 1984 en Roma. El Papa encomendó a los jóvenes la tarea de llevarla por el mundo "como símbolo del amor de Jesús a la humanidad".
En 2003 Juan Pablo II hizo entrega también de una imagen de la Virgen María para acompañar a la cruz en su "peregrinación". Además de estar presentes en grandes encuentros, los dos símbolos realizan un recorrido visitando las diócesis católicas como preparación de estos eventos.