Como vándalos, ese es el calificativo que se puede aplicar a aquellas personas que se dedican a destrozar el mobiliario urbano de nuestras ciudades y que no se conciencian que su buen estado redunda en el beneficio de todos.
Un ejemplo más lo tenemos en la papelera que se ha arrancado en la calle Juan Carlos I a la altura de la oficina de Correos.
Esta papelera lleva ya varios días tirada en el suelo, por lo que operarios municipales deberían haberla repuesto para su buen uso.
El ayuntamiento debería endurecer las sanciones para aquellas personas que se dedican a destrozar el mobiliario urbano, los árboles o pintar en las paredes de los edificios.