20 de noviembre de 2021 | Adalberto García-Donas León
Personas en silla de ruedas, protestan en Peñarroya-Pueblonuevo por los obstáculos que se encuentran a diario en la calle
También reivindican la forma de colocar los veladores en las terrazas, como si todo el espacio público les pertenezca

En nuestro número de septiembre, nos hacíamos eco de una carta de protesta que nos hizo llegar Álvaro Balsera Jurado con la intención de concienciar a las autoridades municipales del problema que se encuentran a diario en el caso de querer llevar una vida normal sin tener que depender de una persona a su lado para salvar los diferentes obstáculos que se encuentran a su paso.
Dicha carta la comenzaba con el mismo texto que replico ahora textualmente… “La Ley 39/2006 de 14 diciembre, sobre la Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, en su disposición adicional octava, considera que… “el grupo de personas con discapacidad, son personas conscientes de las innumerables barreras, arquitectónicas, laborales, psicosociales, etc., a las que tienen que hacer frente a diario para desarrollar una vida normalizada, participativa e integrada en el conjunto de la sociedad”.
Pues bien, tres meses después y ante la “falta de interés” ofrecida desde las autoridades municipales, un grupo de discapacitados en silla de ruedas (Álvaro, Javi, Pedro, Antonio, María y otros) han querido hacerse más visibles ante la sociedad, en un nuevo intento de hacer evidente sus necesidades diarias.
Para ellos han nombrado portavoz para esta ocasión a la esposa de Álvaro Balsera, Antonia Hernández Cid, que manifiesta en nombre de todos lo siguiente…
“Se encuentran en la Plaza Santa Bárbara “El Llano” las personas en silla de ruedas que han querido asistir voluntariamente ante la convocatoria, en protesta por la situación en que se encuentran los accesos a las aceras, parques, entradas a tiendas y establecimientos públicos, organismos oficiales, etc. Mi marido y las personas que se encuentran en esta situación, no quieren depender de nadie, quieren ser autónomos y autosuficientes mientras puedan serlo, quieren salir a comprar o a tomarse un café sin ayuda de nadie, mientras su enfermedad se lo permita, dejando patente la falta de adaptación en todos los sentidos. Nadie se acuerda de ellos a la hora de arreglar una calle y como ejemplo puedo poner “El Llano” y la Plaza de España, recientemente arreglada la Travesía España junto al parque, sin que le hayan realizado un solo acceso.
Reivindican que calles y plazas que se hagan nuevas, hagan también los accesos a ras de suelo, no dejándolos, si los hacen, con una altura de dos o tres dedos, para cuando asfalten la calle o la zona que sea, debiendo salvar dicha altura con la ayuda de alguien, al no poder hacerlos ellos por sí mismos. Otra cosa que reivindican es la forma de colocar los veladores en las terrazas, como si todo el espacio público les pertenezca, sin contar con sus problemas de movilidad, debiendo entender que por desgracia cada día hay más personas en silla de ruadas o que podemos ser nosotros mismos, pues nadie está quitado de eso en un momento dado a lo largo de su vida. También deben pensar en la cantidad de baldosas sueltas o rotas como las que había en la calle Constitución frente al Ayuntamiento, que provocó la caída de mi marido hace unos días, al meterse una de las ruedas en el hueco de una baldosa rota.
Con esta protesta queremos concienciar al Ayuntamiento para que todas las rampas y accesos existentes, los igualen con la calle, también que los accesos realizados con tacos de granito, los pongan igualados y no dejando un pico al aire; que los que hay hechos los igualen con la calle echándoles un poco de alquitrán; que controlen las terrazas de los bares de acuerdo a la legislación y normativa vigente existente para estos casos que muy pocas la cumplen, con acceso para todas las personas, vayan en sillas de ruedas, andadores o simplemente llevando un carrito con niños pequeños; que quiten las señales y farolas colocadas en medio de las aceras”.
Así las cosas, todos los consultados asistentes a la concentración, que por lo visto era una mínima parte de los existentes en la localidad al contar con dos Residencias de Mayores, estaban de acuerdo en invitar formalmente al alcalde a pasar al menos una mañana sentado en una silla de ruedas, intentando realizar una vida normal en la calle, para que de una vez por todas se dé cuenta del verdadero problema que tienen a diario para desenvolverse por sí mismos, sin verse limitados a circular por un cierto número de calles que si están preparadas para ellos, sin contar el acceso a las tiendas, a las que muy pocas pueden acceder libremente.